El País

Georgieva afirmó que el programa con el FMI podría ser “recalibrado” y advirtió por la inflación

Así lo expresó durante el discurso formal de apertura de la Asamblea Conjunta del FMI y del Banco Mundial, que se desarrolla en Washington y en la que participa el ministro de Economía, Martín Guzmán.

La titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, señaló que el programa suscripto por la Argentina con el organismo multilateral podría requerir ser “recalibrado” para “reflejar los cambios en la economía global” a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania, y advirtió que “el gran riesgo” es la inflación, que -señaló- “también está empujada por factores exógenos”.

“Nos encontramos con un objetivo común, y es tener un programa que se pueda implementar con éxito y ayudar al pueblo argentino. Entonces el mayor desafío que tenemos por delante es poder implementarlo”, dijo Georgieva, en una conferencia de prensa al responder una consulta en torno al acuerdo con la Argentina.

“Y en ese sentido por supuesto la implementación debe incluir una recalibración que tome en cuenta el impacto de los cambios globales sobre la Argentina”, continuó.

La titular del Fondo observó que “algunos cambios son buenos porque es un exportador de materias primas”.

Sin embargo, agregó, “el gran riesgo es la inflación que como saben también ha sido empujada por factores exógenos y por lo tanto una gran parte de la atención será colocada en tratar de bajar la inflación a un punto en el que la gente en Argentina tenga confianza para ahorrar en su propia moneda”.

Por su parte, el ministro Guzmán, al participar del foro de ministros y presidentes de Bancos Centrales del G20, dijo que “el desafío más complejo, consistente con la historia argentina, ha sido el problema inflacionario y el contexto de la guerra en Ucrania ha intensificado las presiones”.

El funcionario agregó que la guerra en Ucrania tiene consecuencias tremendas sobre los precios de los alimentos, la energía, los metales, es una alteración profunda de las cadenas de suministro.

“Como comunidad global, necesitamos encontrar mecanismos de implementar políticas que permitan que nuestras sociedades no enfrenten un shock muy regresivo, porque si no hacemos esto, vamos a ver consecuencias duraderas, tanto a nivel social como a nivel político”, dijo el titular del Palacio de Hacienda.

Ante los representantes del G20, Guzmán también manifestó que “hay sectores de la economía que se benefician con ganancias extraordinarias inesperadas producto de la guerra” , mientras que “miles de millones de personas en el mundo sufren las consecuencias de los aumentos de los precios”.

“Los aumentos de la desigualdad tienen consecuencias sociales y políticas que persisten en el tiempo, y debemos actuar tanto individual como colectivamente”, añadió el ministro al subrayar la importancia de llevar adelante una política de impuestos que tenga en cuenta la “renta inesperada”.

Georgieva expresó que el contexto mundial de alta inflación y el fuerte impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, derivó en una situación en la que “enfrentamos una crisis tras otra”.

“La guerra encima de la pandemia. Es como ser golpeado por otra tormenta antes de que nos hayamos recuperado de la última”, graficó la titular del FMI.

En base a las proyecciones del organismo multilateral, la recuperación global que se venía observando va a ser ralentizada por la guerra, con una potencial mejora de 3,6% contra más del 4% de la estimación anterior, con una disminución en el crecimiento de 143 países.

En cambio para la Argentina elevó el crecimiento en un punto, a 4% del PIB, si bien el país continúa entre los de mayor inflación del mundo.

Georgieva consideró que “hay tres prioridades apremiantes derivadas de la inflación” que golpea al mundo en general.

Primero, señaló, “requiere acciones decisivas por parte de los bancos centrales: deben mantener el dedo en el pulso de la inflación y ajustar la política según sea necesario”.

En segundo lugar, consideró que “los precios altos y crecientes de los alimentos son especialmente preocupantes, especialmente en los países pobres donde existe un riesgo creciente de una crisis alimentaria, por lo que alentó a la acción internacional conjunta para evitarlo, es fundamental”.

En tercer lugar, afirmó que “combatir la inflación mediante el endurecimiento de la política monetaria eleva los costos del servicio de la deuda”.

Para mermar este efecto adverso, Georgieva dijo que los países con problemas “pueden ayudar a financiar esto con políticas fiscales más equitativas”.

Por último, consideró esencial el apoyo internacional a través del Marco Común para el Tratamiento de la Deuda del G-20, y que “debe mejorarse con procedimientos y plazos claros para deudores y acreedores”, entre los tópicos más relevantes.

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