Considera que ello daría "más garantías institucionales" a la investigación por presunta corrupción que involucra a la jefa de fiscales.
El ministro de Justicia, Germán Garavano, exhortó hoy a la procuradora general Alejandra Gils Carbó a renunciar o pedir licencia, al considerar que ello daría “más garantías institucionales” para que la investigación que la involucra por presuntas irregularidades en la compra de un edificio para la Procuración pueda avanzar “sin interferencias”.
“La situación institucionalmente es muy delicada. Yo no recuerdo en otra ocasión que haya habido un procurador llamado a indagatoria, investigado por sus propios fiscales”, advirtió el funcionario nacional y renovó su pedido para que Gils Carbó “dé un paso al costado”.
En diálogo con radio Continental, Garavano sostuvo que la Procuradora debería “renunciar” o “pedir una licencia, al menos, y no estar ejerciendo el cargo mientras es investigada por alguien que técnicamente es subordinado de ella”.
Para el jefe de la cartera de Justicia, la dimisión o la licencia de Gils Carbó “son caminos alternativos que, en esta situación, darían más garantías institucionales a que la investigación se pueda desarrollar sin interferencias”.
La responsable del Ministerio Público Fiscal enfrenta una causa, que lleva adelante el juez federal Julián Ercolini, por presuntas irregularidades en la compra de un edificio donde funciona la Procuración.
Al hacerse presente en los tribunales de Comodoro Py, días atrás, la Procuradora respondió preguntas del magistrado y presentó un escrito en el que se desligó de las acusaciones y apuntó contra su ex segundo, Guillermo Bellingi, y Juan Carlos Thill, medio hermano del subdirector de la Procuración.
“En su momento, nosotros habíamos pedido que ella diera un paso al costado”, recordó esta mañana Garavano y sentenció: “Nosotros necesitamos un procurador que lidere la lucha contra el delito, contra la corrupción, que esté al lado de las víctimas y, si tenemos un procurador sospechado de corrupción, difícilmente haga eso”.
Garavano insistió en la necesidad de que Gils Carbó se aleje de sus actividades, aunque sea momentáneamente, al considerar inconveniente que ella permanezca en su puesto mientras se la investiga por “hechos que, en principio, fueron cometidos en la propia función”.
“Esto también es un tema delicado, porque lo que se investiga es la compra de un edificio para la propia Procuración, para el uso directamente de la procuradora”, remarcó.
El ministro abogó para que la propia jefa de fiscales “ayude a encontrar también una salida a esto porque es lo que hoy requiere las instituciones”.
“Necesitamos mejorar la efectividad del sistema penal y en eso la Fiscalía cumple un rol clave. La procuradora nunca ha tenido una línea de apoyo a las víctimas, una línea de trabajo con los hechos de corrupción, contra la delincuencia común; se dedicó a otras cosas, pero no a estas”, se lamentó.
Garavano señaló que, en este marco y paralelamente, siguen en pie el pedido de pedido de juicio político a Gils Carbó, impulsado por la diputada de Cambiemos Elisa Carrió.
“Por primera vez está funcionando la Comisión Bicameral (respectiva), hay pedidos de informes, hay una actividad que nunca hasta ahora había funcionado”, destacó.
Recordó que, por otro lado, “hay un proyecto de ley que tiene dictamen de comisión en Diputados porque también entendemos que, más allá de la procuradora Gils Carbó, es necesario modificar la ley para poder hacer una reforma del sistema penal”.
La jefa de fiscales está sospechada de presunta corrupción en el proceso administrativo y comisiones millonarias en la adquisición del inmueble donde funciona la Procuración, Perón 667, en esta capital.
La funcionaria judicial aseguró ante la justicia que “se pagó el precio por metro cuadrado más bajo de las ofertas”, que ella nunca “cobró ni se benefició por esta operación”.