La obra basada en el libro de Gabriel Rolón que además lo tiene como uno de los protagonistas, sube a escena hoy y mañana.
“Historias de diván”, la puesta basada en el libro homónimo del psicoanalista Gabriel Rolón que además lo tiene como protagonista y que recorre el interior de distintas sesiones de terapia, sube a escena hoy y mañana, a las 21, en el Teatro Roxy (San Luis 1750).
Basada en historias reales, la pieza cuenta las alternativas del tratamiento de Majo (Malena Rolón), una adolescente obsesionada por la muerte y de Antonio (Alejo García Pintos), un sacerdote al que su fe ha dejado de sostenerlo y busca respuestas en el psicoanálisis. Las dudas y los temores del terapeuta también entran en conflicto, lo cual se refleja en las sesiones que tiene con su propio analista (Carlos Nieto).
“Corría el 2006 y soplaban malos vientos para el psicoanálisis. La llegada de nuevas prácticas, el avance de las neurociencias y publicaciones, tanto de divulgación científica como revistas de consumo masivo, dejaban flotando la idea de que nuestra técnica era algo superado cuando no ineficaz”, indicó Rolón sobre los motivos que lo llevaron a escribir el libro publicado en 2007.
Aquel ejemplar que rápidamente se convirtió en un éxito de ventas con más de 13 ediciones, se transformó luego en una obra de teatro que tuvo su primer temporada en 2015.
“Historias de diván” fue un texto que paseó con éxito por distintos soportes: nació como libro en 2007, luego saltó a la pantalla chica en 2013 en formato miniserie protagonizada por Jorge Marrale y, finalmente, desembarcó en teatro.
Básicamente, el escrito original que superó las trece ediciones, está basado en ocho casos reales en los que se describen los diálogos entre un analista y sus pacientes.
Ahora, para la versión teatral dirigida por Carlos Nieto, se recortaron los casos más emblemáticos entre los lectores.
“Los casos que elegimos montar sobre el escenario no son para identificarse fácilmente, pero las problemáticas que los rodean sí: la culpa, la sexualidad, la relación con los padres, la angustia, la muerte”, dice Rolón.
Y agrega: “Ese es el desafío de ‘Historias de diván’: contar tramas poco comunes y movilizar afectos que son generales”.
Y si bien para abrevar en esos universales la pieza recorre temáticas sensibles, Rolón advierte que “no se trata de un melodrama ni la intención de la puesta es meter el dedo en la llaga para hacer llorar al espectador: sólo queremos que los conmueva el efecto de verdad de lo que queremos transmitir”.