La tendencia que se había verificado con la apertura en mercados asiáticos, se profundizó cuando arrancaron las transacciones previas al inicio de operaciones en Europa y Estados Unidos.
Los bonos soberanos de la Argentina sufrían fuertes pérdidas de hasta un 10% en la primera rueda de operaciones tras la elección presidencial.
La tendencia que se había verificado anoche con la apertura en mercados asiáticos, se profundizó cuando arrancaron las transacciones previas al inicio de operaciones en Europa y Estados Unidos.
Las pantallas de los operadores financieros apuntan bajas de dos dígitos con una tendencia firme.
De esta forma, los títulos soberanos argentinos valen, en algunos casos, menos de un cuarto de su valor nominal.
Asimismo, los ADRs de acciones argentinas sufren caídas de hasta un 5%.
De esta forma, el mercado da una muestra de escepticismo acerca de lo que pueda suceder en los próximos días o de las eventuales medidas que pueda tomar el ministro de Economía, Sergio Massa, para consolidar su chance electoral.
A su vez, en la plaza local se aguarda por la apertura del mercado cambiario luego de jornadas marcadas por la incertidumbre y la falta de referencia de precios.
Durante la semana pasada una secuencia de operativos de control más allanamientos y denuncias sobre el funcionamiento del mercado paralelo pusieron en stand by la cotización del dólar en la plaza informal.
Incluso, durante las últimas ruedas se generó una nueva grieta entre la información que publicaban los medios con un valor del dólar en torno a los $900 y los portales especializados en finanzas que lo valuaban entre $1.100 y $1.200.
De allí a que se espera que, superada la elección, se reacomode el mercado y vuelva a generarse un precio común que ordene las operaciones.
En medio de declaraciones de la oposición sobre el valor del tipo de cambio a partir del día después de la elección, el viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, había prometido que el dólar oficial mantendría su valor de $350 hasta el 15 de noviembre, tras lo cual comenzaría una etapa de ajuste diario a un ritmo del 3% mensual.
Una de las decisiones que deberá tomar el Gobierno es cómo continuará actuando sobre los tipos de cambios financieros, mercados sobre los cuáles tuvo que intervenir fuertemente para evitar subas descontroladas.
El dólar MEP abrirá a $898,91, mientras que el Contado con Liquidación (CCL) lo hará en $1.110,59.