La Plaza Castelli fue el epicentro de los festejos por el bicentenario de la Independencia. Suelta de palomas, desfile de escuelas e instituciones y una feria gastronómica que incluyó una paella gigante fueron las principales actividades.
En su discurso, el intendente Camilo Etchevarren realizó un recorrido histórico sobre la fecha. “Los saavedristas ponían trabas a la declaración de la independencia. Claro, ellos tenían que consultar al Reino Unido cada una de las decisiones que toma. Así es nuestra historia, de enfrentamientos, de discusiones. Fueron 200 años de luchas y de diferencias”, dijo.
En la parte más política de su discurso, Etchevarren consideró que “hoy, por suerte, el bicentenario nos encuentra con una gobierno nacional que nos propone coincidir en tres grandes objetivos: atacar la pobreza, combatir el narcotráfico y el más difícil de todos, unir a los argentinos”.
En el primero de los ítems destacó la necesidad de “atacar la pobreza atrayendo inversiones, generando empleo, creando calidad de vida y hacer desde la política que la gente pueda cumplir sus sueños y vivir feliz”.
Al hablar sobre el combate contra el narcotráfico dijo que “desde las esferas nacionales provinciales y locales es poco y nada lo que se hace” y, a tono con lo que viene insistiendo en los últimos tiempos, agregó que “da rabia el ver que funcionarios se siguen haciendo los distraídos al ver que delincuentes se enriquecen con el sufrimiento de muchas familias de argentinas”.
Sobre la unidad de los argentinos, mencionó al Papa Francisco, “que nos llama a ejercer el poder desde una vocación de servicio”.
Finalmente, propuso que “este cambio que se propone es un cambio profundo y solo va a ser posible si cada uno de nosotros decide cambiar”, porque “lo más fácil es siempre echarle la culpa al gobierno”.
Hizo, entonces un llamado a la unidad señalando que “ese sueño será posible de concretar si cada argentino es capaz de aportar su trabajo, su inteligencia y su sabiduría”.