La mínima fue de -1,6 grados y el alerta por vientos fuertes se extendió hasta la tarde. En varios centros de votación no se presentaron las autoridades, lo que retrasó el inicio de la jornada. Boletas de distintos partidos escasearon en el cuarto oscuro.
Cuando de manera puntual, a las 8 de la mañana, se habilitó el desarrollo de la votación, la temperatura era de 0 grados, apenas por encima de la mínima de -1,6 grados registrada antes del amanecer del domingo electoral. Sin claridad aún en el cielo, los 273 centros de votación abrieron sus puertas pero casi de inmediato quedó en evidencia un inconveniente que afectaría notablemente la dinámica del comicio: la falta de autoridades de mesa y también de boletas.
En medio del alerta por vientos fuertes emitido por el Servicio Meteorológico Nacional, que se extendió hasta la tarde, los primeros marplatenses y batanenses fueron acercándose temprano (bien abrigados) hasta los establecimientos con la intención de evitar largas filas y poder votar rápido.
Sin embargo, para las 9 de la mañana, alrededor de 500 mesas todavía no habían podido abrir debido a la ausencia de autoridades. Para las 10, solo el 73,5% de las 1643 mesas estaban abiertas.
Mientras la ciudad comenzaba a lucir un inusual movimiento de domingo aunque propio de una jornada electoral, con colectivos llenos e intenso tránsito en el centro y las calles en los barrios, las redes sociales -terreno virtual en el que prácticamente no hubo veda electoral- dejaron en evidencia que la inasistencia de autoridades de mesa era en realidad una constante en buena parte de los centros de votación de Mar del Plata.
En consecuencia, sucedió lo mismo que otros años cuando se presenta este tipo de dificultades: varios electores que concurrieron temprano a votar fueron llamados para cumplir el rol de autoridad de mesa, pedido que muchos aceptaron y al que otros tantos se rehusaron.
El propio intendente Guillermo Montenegro, quien votó a primera hora, tomó nota de la queja que se hacía sentir en los pasillos de la Escuela Secundaria N°3, donde algunas mesas no pudieron abrir hasta media mañana debido al mencionado inconveniente.
Alejandro Martínez, ahora candidato a intendente del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, lo comprobó aún más temprano en la escuela de Chapadmalal donde votó. El dirigente fue el primer precandidato en sufragar, a las 9.30, y denunció además la falta de boletas en el cuarto oscuro, otro de los problemas que se replicó en varios puntos de la ciudad.
Según comentaron distintos vecinos a LA CAPITAL, la falta de boletas fue una constante en múltiples centros de votación. Este inconveniente no solo afectó a los espacios políticos más chicos, sino también a los de mayor estructura. “Faltan boletas”, reclamaron varios electores al entrar al cuarto oscuro y no encontrar la que tenían prevista meter en el sobre.
Según referentes de algunos partidos, el problema obedeció a la insuficiente cantidad de fiscales en algunos casos. Otros acusaron prácticas desleales, como la ruptura de boletas o bien ciudadanos que entraron y cubrieron algunas pilas con la intención de ocultarlas.
La falta de autoridades se subsanó antes del mediodía, mientras que la falta de algunas boletas perduró durante el resto de la jornada electoral, en la que el frío sin embargo se mantuvo.
La temperatura máxima prevista para ayer por el Servicio Meteorológico Nacional era de 14 grados, pero apenas superó los 12 grados con el alerta por vientos vigente incluso en horas de la tarde.
Por fuera de estas dificultades, la jornada electoral fluyó en la ciudad y no se registraron demoras significativas -más allá de ciertos casos puntuales en algunas escuelas- como sí sucedió en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde algunos vecinos debieron aguardar hasta dos horas para emitir un voto.
A nivel local, según comentaron marplatenses que sufragaron en diferentes centros de votación, el deber cívico pudo completarse con una demora no mayor a los 30 minutos.
“Yo salí y entré, fui temprano y había poca gente”, comentó Mauro, quien votó a media mañana en la Escuela Primaria N° 31, ubicada en San Lorenzo 3486. “Hice rápido, tenía menos de diez personas adelante”, contó Natalia después de sufragar en el instituto Juan Gutenberg, en Laprida y Alem.
Sobre el mediodía, las parrillas humeantes alrededor de varios establecimientos educativos tentaron a varios electores para almorzar. Hamburguesas, choripanes, bondiola, milanesa y empanada fueron las principales opciones de este menú callejero, que en varios casos incluyó propuestas dulces, como churros, pastelitos, facturas y alfajores.
En tanto, locales gastronómicos de distintos corredores de la ciudad lucieron una fuerte demanda de familias que fueron a comer, casi como un ritual pos electoral, después de cumplir con el acto democrático que permitió este domingo elegir a los candidatos para las elecciones generales del próximo 22 de octubre.