Forma parte de un libro de cuentos del marplatense Federico Liste.
Por Federico Liste (*)
“No había sido un error; recordaba perfectamente la posición de las piezas; recordaba también que su movimiento no sólo liberaba al rey del jaque, sino que ponía a las negras a la ofensiva; recordaba, por supuesto, que el movimiento era absolutamente válido y que, al momento de pensarlo, le había parecido obvio, casi fatal. El problema era que, al día siguiente, al querer reproducir la jugada, no sólo descubrió que la había olvidado, sino que era por completo imposible: el rey negro no sólo estaba en jaque, sino en jaque mate.
Era imposible pero real, absolutamente real. Había descubierto lo que por definición no existe: siguiendo las reglas que condenaban a su rey, siguiendo esas mismas reglas, había encontrado la forma de salvarlo. Absurdo, ilógico, imposible; todos esos adjetivos se sacudían en su mente…
Tenía que recordar esa jugada.
Colocó las piezas en el tablero como si fuese a comenzar una nueva partida. Nunca antes había notado la profunda belleza que encerraba el ritual inmemorial de ocupar cada uno de los escaques con su pieza; gozaba como nunca la suavidad de su barniz en las yemas de los dedos; se sentía como el sacerdote de un viejo culto preparando los instrumentos para la ejecución de un ritual secreto y sagrado”.
(*) Autor del libro de cuentos “Olvidar Praga”.