Mañana
cuando no estemos
cuando todo se haya vuelto oscuro
cuando no nos quede
tiempo para derrochar
ni sueño que
desgajar entre besos.
Cuando mis manos
se separen de las tuyas
y tengamos que apretar
los puños con resignación.
Cuando la boca no tenga más palabras
y las palabras desaparezcan
en un aturdido remolino.
Cuando el cuerpo deje de sentir
la permanente compañía
del miedo.
Cuando los oídos
se acostumbren para siempre
al silencio
Cuando no estemos
Nosotros
estaremos regresando