El ministro de Educación de la Nación destacó las medidas anunciadas por Macri. Además, analizó la política educativa y habló del conflictivo vínculo con los sindicatos docentes.
El ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, destacó las medidas anunciadas por Mauricio Macri para que se enseñe inglés desde el jardín de infantes y para que todas las escuelas públicas estén conectadas a internet. “Queremos que cada chico acceda a tecnología y a inglés”, afirmó ante LA CAPITAL.
Finocchiaro remarcó que el anuncio se enmarca “dentro de las políticas del gobierno nacional de que nuestros chicos y chicas en la educación obligatoria, entren en la lógica y habilidades del siglo XXI”.
Respecto al acceso a internet, explicó que “va de la mano de la política de conectividad que tenemos”. “A fin de año vamos a terminar con el 60% de la matrícula de todo el país, conectada. Eso significa que en cada aula hay conectividad. Eso sumado al plan Aprender Conectados donde cada escuela se transforma en un nodo conectado. Es un ecosistema donde vos tenés equipamiento tecnológico diversificado, contenidos pedagógicos y capacitación docente”, remarcó.
– ¿Qué ventajas tiene la enseñanza de inglés desde jardín?
– En la Ley de Educación Nacional se establece la obligatoriedad de la enseñanza de al menos un idioma extranjero en todas las escuelas de nivel primario y secundario. Avanzamos más y vamos hasta sala de cuatro y hacemos que cada chico desde los 4 años pueda aprender ingles. El inglés es hoy el idioma universal, el idioma de la tecnología, de la programación. Entonces para ingresar en esa lógica del siglo 21 hay que aprender el idioma que se habla en el mundo.
Nosotros ponemos esta plataforma que es un sistema de inglés a distancia. Las clases se van a dictar a través de videoconferencia, con la asistencia presencial del docente que está en el aula.
Lo que hacemos es que cada chico de la República Argentina, esté donde esté y haya nacido donde haya nacido, pueda tener acceso a la tecnología y a la enseñanza del inglés.
– ¿Qué resaltaría de la gestión educativa del gobierno?
– Encontramos un sistema educativo anclado en el tiempo con escasos incentivos para la mejora. Un sistema que todos sabíamos que tenía fallas profundas pero no sabíamos exactamente la magnitud. Lo que primero resaltamos es la posibilidad de haber evaluado. La evaluación Aprender nos permite tomar decisiones de políticas públicas basadas en información precisa. En base a eso, pudimos trabajar inmediatamente en la mejora de las prácticas del lenguaje durante dos años, y eso hizo que en la evaluación del 2018 obtuviéramos una mejora importante.
– ¿Qué otro aspecto destaca de la evaluación?
– La evaluación nos mostró falencias en matemáticas y lengua. También gracias a Aprender durante dos años trabajamos con aquellos países han tenido éxito en matemáticas. Hubo expertos de Singapur, Francia, Canadá, México, Chile y nuestros matemáticos y el resultado de eso fue el plan nacional Aprender Matemática. Una forma revolucionaria de aprender matemáticas. También se implementó la Secundaria 2030, que cada provincia la llama de diferentes manera.
Es una nueva forma de enseñar y aprender basada en áreas de conocimiento, y no en materias. Y tiene trabajos interdisciplinarios y colaborativos entre los alumnos.
– ¿Qué considera que faltó?
– Lo que sentimos que nos faltó es tiempo. Entre que asumimos e hicimos nuestra primera evaluación tardamos un año y después tardamos otro año en planificar. Porque los cambios en educación se pueden hacer de dos maneras. Con parches, o con decisiones estructurales en serio como quisimos hacer. Lo que faltó fue tiempo. Algunos nos pueden criticar por el anuncio de los 3 mil jardines. Es verdad: no llegamos. Pero a fin de año vamos a terminar con más de 900 jardines construidos. En el mandato siguiente lo que hay que hacer es seguir trabajando en estas cuestiones y con los rectores comenzar a planificar mejor el sistema de educación superior.
– ¿Qué cambio impulsaría a nivel universitario?
– Hay que ir a un esquema de carreras más cortas, más flexibles, con títulos intermedios que tengan salida laboral y con un sistema de créditos basado en el estilo europeo. Me refiero a que cada área de conocimiento que uno adquiere sea una especie de ladrillo que pueda llevarse a otra carrera u a otra universidad. Tenemos que trabajar en las áreas de conocimiento vacante que son las que necesita el país para desarrollarse.
Otra cosa sobre la que debemos avanzar es la formación inicial docente. Tenemos que trabajar para la mejora del sistema de formación docente. Hay que nivelar a los estudiantes. Esto no significa que sea restrictivo sino que hay personas que llegan a los institutos que entre ellos tienen muchas diferencias. Hay que hacer un curso de nivelación para que todos partan de la misma base.
– La gobernadora Vidal hizo una autocrítica del conflicto con los gremios docentes, sobre todo el de 2018. ¿Comparte?
– El conflicto del 2018 fue muy largo y muy extenso y seguramente lo que la gobernadora cree es que podría haber sido más corto y se podría haber llegado a un acuerdo antes. También, todo estos cambios que hicimos sacudieron un sistema que venía amodorrado, y cuando hacés eso, claramente hay actores que están a favor del cambio y otros que no. El Estado hace 50 años o más decidió que la educación estaba tan bien que no era necesario ocuparse tanto. Y casi por inercia siguió estando entre las mejores del mundo mucho tiempo, pero en algún momento se empezó a sentir eso. Y el vacío que dejó el Estado fue ocupado por diferentes actores, entre ellos los sindicatos. Uno de los ejes que se discutió con los gremios estos años fue si la política educativa la tiene que conducir el estado o tiene que estar en manos de los gremios. Nosotros creemos que tiene que ser definida por el Estado.
— “Las medidas son para demostrarle a la clase media que hemos escuchado”
Alejandro Finocchiaro mostró un “gran optimismo” para las elecciones del 27 de octubre y aseguró que el mensaje de la clase media “fue escuchada”.
“La sensación que tenemos es de gran optimismo. Porque nosotros escuchamos el resultado de las PASO. Fue un resultado donde la clase media, que ha sido nuestra base electoral, en este momento nos dijo: ‘No podemos seguirlos, no podemos seguir este ritmo, despiértense'”, aseveró.
En la misma dirección, el ministro de Educación admitió que “estábamos enfrascados en hacer las reformas estructurales que nos permitan crecer, como tener un presupuesto equilibrado o equilibrar los déficits internos y externos”. Y agregó: “Hasta el 2017 esa clase media, que es la que mayor sacrificio hizo en esos años, apoyó al gobierno. Y en esta ocasión nos dijo: ‘nos quedamos rezagados, mírennos’. Eso fue entendido y desde el 12 de agosto a esta fecha todas las medidas que se han tomado son tendientes a demostrarle a la clase media que hemos escuchado y que ha comenzado su momento”.