Los forenses confirmaron que Walter Escott (37) apoyó el arma sobre la cabeza de Valeria Britez (35) y disparó. El cuerpo de la mujer también tenía marcas compatibles con haber sufrido golpes.
El resultado de la autopsia realizado esta tarde a Valeria Britez (35) reveló un dato escalofriante que le permite a los investigadores reconstruir cómo ocurrió el crimen: Walter Escott (37) apoyó el arma sobre la cabeza de su mujer y disparó. Pero no sólo eso:el cuerpo de la víctima presentaba distintas esquimosis de tiempo atrás compatibles con golpes que había sufrido por parte de su pareja.
“Los forenses confirmaron que el hombre mató a la mujer con un arma 9 milímetros. El tiro se produjo con la pistola apoyada sobre su cabeza. La fusiló”, confirmó una fuente consultada por este medio.
Según la reconstrucción que realizaron los investigadores a LA CAPITAL, Britez y Escott tenían una relación conflictiva con constantes idas y vueltas, pero en el último tiempo se encontraban juntos. El hombre gozaba del beneficio de arresto domiciliario luego de haber estado detenido en la cárcel de Batán en el marco de una causa por “robo agravado en poblado y en banda”.
Cerca de las 23, la pareja salió de la vivienda ubicada en Filiberto al 1700 y se dirigió junto a una de las hijas de la mujer, de 14 años, hacia un comercio. “Estaban discutiendo”, reveló un investigador. La pareja caminó sólo unos metros más y al llegar a Soler al 10.860, Escott no le dio tiempo a Britez de defenderse: la agarró de los pelos, sacó un arma y le pegó un disparo en la cabeza delante de la adolescente. Luego escapó corriendo y aún continúa prófugo.