La mamá de la víctima, Gabriela Faga, habló minutos después de escuchar que el hombre que asesinó a su hijo fuera condenado a prisión perpetua y celebró el fallo de los jueces: "Esto es un poco de consuelo, un poco de paz, para que mis nietos sepan que se hizo justicia por su mamá".
Por Juan Salas
Llantos, abrazos, amor y dolor. Todo sucedió a la vez en la sala del Tribunal Oral N° 2 cuando los familiares de Carolina Barrios escucharon que los jueces, de manera unánime, condenaban a Ricardo Burgos Duarte, el hombre que la había asesinado de una puñalada en el cuello en la víspera de la Navidad de 2017 en el barrio Santa Rita. Consuelo, alivio y porque no, justicia también en esas dos palabras: “prisión perpetua“.
Casi dos años después, la familia de Carolina pudo sentir que la Justicia le daba alguna respuesta que, si bien no repara el terrible daño que sufrieron, da un consuelo ante tanta lucha.
“Quiero justicia por mis hijos y nietos, estoy conforme por la condena perpetua. Que esto no pase más, que no pase más con las chicas”, expresó la mamá de Carolina entre lágrimas, Gabriela Faga, y quien también fue víctima de Burgos Duarte esa fatídica noche del 23 de diciembre, en la que ella pudo sobrevivir, pero no su hija.
“Espero que esto sea un poco de consuelo para mis tres nietos, que aun hoy la siguen esperando. Ellos se sientan en la puerta de mi casa y preguntan: ¿Y mi mamá dónde está? Lloran. No podemos juntarnos e ir a una plaza porque ellos lloran y piden por su mamá”, dijo Faga desconsolada por la vida que llevan los hijos de Carolina Barrios, por la vida que lleva ella y agregó: “Esto es un poco de consuelo, un poco de paz, para que mis nietos sepan que se hizo justicia por su mamá, por Caro”.
Uno de los hermanos de Carolina, Lucas Hernández se desahogó en un mar de lágrimas después de “dos años de lucha”. “Cada día que pasa es peor que el otro”, expresó el joven rapero que incluso llegó a hacer una canción para su hermana llamada “Insomnio“, en la que volcó todo su dolor y bronca.
“Venir acá, sentarnos y escuchar como justifican lo que les parezca que fue la vida de nuestra hermana. No, eso no”, expresó Lucas Hernández y agregó: “Me parece que la condena es 35 años, pero mi hermana perdió su derecho a respirar y a vivir. En cambio él, en la cárcel, va a tener derechos, va a respirar. Entonces si tiene que estar en una cárcel que se pudra adentro. Porque a la vida de mi hermana no la va a pagar nadie, ni con 35 años, ni con nada”, expresó el hermano de Carolina.
“A mi vieja la rompieron, a mi hermana la rompieron, a toda mi familia la rompieran. Nadie nos va a devolver a Caro”, dijo finalmente Lucas Hernández entre lágrimas.
Llantos, dolor, amor, consuelo. Abrazos, muchos abrazos inundados por lágrimas. Familia, amigos y madres y hermanas de otras víctimas de femicidios. Como dijo Gabriela Faga en medio de su dolor tan personal: “Que esto no pase más con las chicas“.
Al final, en la puerta de Tribunales un grito, que tristemente se repite una vez más, pero con otro nombre: “Carolina Barrios presente, ahora y siempre. Ahora y siempre”. Que esto no pase más con las chicas.