La Justicia realizó una serie de operativos en torno a conflictos territoriales entre cinco familias de la zona sur de la ciudad, en los que se secuestraron armas, droga y objetos presuntamente robados.
Los conflictos entre cinco familias vinculadas a numerosos delitos que se disputan el territorio de una zona del sur de la ciudad había tenido su último enfrentamiento a principios de junio, cuando una mujer de 47 años recibió un balazo luego de que se registraran amenazas cruzados, piedrazos, bombas molotovs y disparos.
Ante esta situación, la Justicia intervino y el fiscal Juan Pablo Lódola inicio una investigación que terminó con una serie de allanamientos el jueves por la tarde y la detención de un joven y la imputación de otros dos.
El hecho que motivó los operativos ocurrió el 4 de junio en José Hernández al 1100, en un nuevo capítulo de sangre en un conflicto vecinal de vieja data que tiene como protagonistas a cinco familias ya “conocidas” por la comisaría tercera: por un lado a los Lescar, Ledesma y Díaz y por otro a los Salvateirra y Fernández.
En esa oportunidad, el 911 recibió numerosos llamados que denunciaban que la cuadra de José Hernández era una “zona de guerra”: insultos, amenazas, corridas, golpes, tiros, botellazos y hasta bombas molotovs, que dejaron como saldo a una mujer de 47 años herida de bala.
Tras una investigación dificultosas, en la que el fiscal Lódolo no tuvo colaboración ni de víctimas ni vecinos, la policía logró identificar a los involucrados y los acusados eran principalmente de las familias Lescar, Ledesma y Salvatierra.
El operativo, aprobado por el juez de Garantías Juan Tapia, se relizó el jueves, en conjunto por personal de la comisaría tercera, quinta, octava, el GAD, la división de infantería y la división de la policía ecológica.
El primer allanamiento se realizó en Mateotti al 3100, en el que se identificaron a dos personas de la familia Ledesma. El siguiente fue en Vértiz al 4500, donde fue detenido un joven de 26 años la familia Lescar, quien quedó imputado por “abuso de armas y lesiones” sin que se tomaran en su contra medidas restrictivas de libertad.
En una casa de José Hernández 1100 quedó imputado un hombre de 24 años de la familia Salvatierra, imputado por robo, abuso de armas y lesiones. A una cuadra de allí, en José Hernández al 1200 se secuestró un arma de fuego tipo revólver calibre 32 largo, con pedido de secuestro activo desde el 2002 y quedó detenido un joven de 26 años.
Además, en esa vivienda la policía secuestró un revólver calibre 38, diferentes municiones, un televisor led marca Philco, un par de botas y un pantalón de industria pesquera y dos plantas de canabis sativa -peso aproximado de 3 kilos-.
El joven hallado en esa viviendo quedó imputado por “tenencia ilegal de arma de guerra y arma de fuego de uso civil”, “abuso de armas”, “robo” y “encubrimiento” y se encuentra alojado en la Unidad Penal 44 de Batán.