Fue el gran maestro del básquetbol marplatense. Repartió su carrera formando talentos en Kimberley y Peñarol.
Osvaldo Echevarría, el gran formador de jugadores y entrenadores en el básquetbol marplatense, falleció este viernes y su pérdida causó profundo dolor en el ambiente deportivo local.
Echevarría trascendió las fronteras de la ciudad por ser el formador de Facundo Campazzo en las divisiones juveniles de Peñarol, club en el que trabajó durante los últimos 21 años.
Antes, estuvo otros 26 años en Kimberley. Los dos entrenadores marplatenses más trascendentes en la Liga Nacional se forjaron bajo su sapiencia: Leandro Ramella y Guillermo Narvarte adoptaron sus conceptos.
Como también lo hicieron varios jugadores de nota: Marcos Mata, Selem Safar, Diego Cavaco y Franco Giorgeti, todos ex Selección Nacional, y Nicolás Lauría también se formaron con el “Negro” Echevarría.
Si bien Osvaldo dejó una huella imborrable en su rol de docente del básquetbol, también acredita en su palmarés algunos éxitos dirigiendo a equipos de primera.
En la Liga Nacional tuvo un par de pasos como interino en Peñarol (91/92 y 2004), salvándolo del descenso en esa última campaña.
Con Kimberley, en la AMB, ganó varios títulos, entre ellos seis al hilo entre 1981 y 1984 (tres Preparación y tres Oficiales).
Fue también el entrenador de la Selección Marplatense que ganó su primer título provincial en 1982, logro del que se cumplirán 40 años en diciembre.
Osvaldo peleaba contra un cáncer desde 2019. Su partida dejará un vacío difícil de llenar en el básquetbol de la ciudad.
“Fue ahijado de mi viejo, hoy lo debe estar esperando. Fue un monstruo, un verdadero fenómeno. Un gran profesor, un gran maestro y un gran amigo”, comentó compungido Domingo Robles, el ex presidente “milrayitas” que le confió todas las formativas de su club en 2001.