La Ciudad

Exponen la crisis de la pesca y piden la baja de las retenciones a las exportaciones

Cámaras del sector advirtieron la situación al Consejo Federal Pesquero. Solicitaron, entre otros puntos, que la pesca sea considerada economía regional. También pidieron cambios en el Plan de Manejo del Langostino y la ampliación de los límites de captura del abadejo.

Cámaras pesqueras trazaron un panorama al Consejo Federal Pesquero (CFP) de los “temas urgentes” que afectan al sector y solicitaron que la pesca sea considerada economía regional para lograr una baja en los derechos de exportación.

La Asociación de Embarcaciones de Pesca Costeras y Fresquera, la Unión de Intereses Pesqueros Argentinos, la Cámara Empresaria del Golfo San Jorge, la Cámara de Frigoríficos Exportadores de la Pesca, la Cámara Argentina de Armadores Pesqueros de Altura y la Cámara Pesquera Argentina ALFA marcaron en primer lugar la crisis de la flota fresquera.

Dejaron en el CFP el informe realizado por la consultora Invecq, que asegura que tanto los barcos fresqueros (primer eslabón de la cadena extractiva) que operan sobre la merluza hubbsi y el variado costero como las plantas procesadoras, que elaboran en tierra esa producción y que luego la exportan, “están operando en situación de quebranto”.

Las cámaras pidieron la suspensión por un año del cobro del derecho único de extracción para la flota fresquera.

Sobre el Plan de Manejo de Langostino, solicitaron “con vehemencia” –según indicaron– una revisión “donde se persiga el cuidado y la sustentabilidad de la especie, dejando criterios como ‘calidad’ fuera de la mesa de

trabajo del Consejo Federal Pesquero” porque, a entender de las cámaras, “la calidad la marca el mercado, no el Estado”.

También solicitaron la derogación de la Disposición 4/23 sobre marcado de artes de pesca, surgida a partir de una recomendación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) para pesca pasiva.

“Es inadecuado e innecesario aplicar estas directrices voluntarias cuando no se trata de artes de pesca pasivos, de siembra y/o deriva. Es decir, es absolutamente inadecuado, engorroso, costoso e innecesario aplicar esta recomendación a los buques que pescan con redes de arrastre”, indicaron.

“Debemos ser orgánicos, cautelosos, prolijos y coherentes con la normativa vigente; dejar ‘vivo’ un instrumento legal que no es criterioso ni resulta de un beneficio real para la administración y/o los administrados solo resulta en trabajo burocrático que ambas partes deben costear, sin que ello tengo objetivos de construcción productiva en la industria y su desarrollo”, agregaron.

Según puntualizaron, “la redacción y puesta en vigencia de la normativa no consideró que los métodos de captura utilizados en la mayoría de la pesca extractiva argentina, de arrastre, debía estar por fuera” de esa recomendación, ya que la FAO “realizó recomendaciones para pesca pasiva”.

Las cámaras esperan que el CFP “brinde el espacio y convocatoria para la realización de un llamado a la ‘Mesa de diálogo para reducir el impacto de los aparejos de pesca perdidos, abandonados o descartados en la biodiversidad marina'”.

Solicitaron también la ampliación de límites de captura de abadejo. “Debemos expresarnos fuertemente respecto de ampliar las limitantes extractivas que obran sobre este recurso, ya que, como se ha detectado por capturas incidentales de la flota nacional”, existe una “abundancia” que “permitiría rectificar la reglamentación”, plantearon.

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