Escuela de Música
Aprovechó una mudanza a Sierra de los Padres y lo combinó con su espíritu inquieto y las ideas de unos colegas. Así nació la Escuela de Música Sierra de los Padres, un espacio en el que Claudio Sánchez, trompetista e integrante de la Banca Sinfónica Municipal, y los músicos Jeremías Giménez y Mauro Soprano enseñan diversos instrumentos a los residentes de una comunidad activa y heterogénea como la de ese enorme paraje marplatense.
“La gente se copó con la idea”, sintetiza Sánchez o “El colo”, como lo conocen. Y cuenta que desde abril, cuando comenzó a funcionar la escuela, a hoy, se sumaron cerca de treinta personas, muchas de las cuales son familiares.
“Viene el padre y sus hijos o una madre y su hija, notamos que hay una necesidad de aprender música”, agrega.
Y dice que la heterogeneidad de los alumnos provoca sus diversos intereses: desde el nene que va a jugar a hacer música a los adolescentes que ya demuestran tener un manejo aceitado de los instrumentos. “Algunos pintan para ser grandes músicos profesionales”, apunta.
Y si bien considera que faltan aún escenarios en Sierras de los Padres en los que sea posible ejecutar la música y mostrar las expresiones artísticas genuinas del lugar, entiende que, de a poco, se producen los cambios. “Lo importante es comprometerse, porque cuando sos parte de la historia podés modificarla”, agrega este músico y docente, que también sumó a su hijo en la experiencia de la enseñanza musical.