por Mabel Fontau
Luego de trasponer las puertas del Comercial Nº 9, la corola de jóvenes, con sus mochilas a la espalda, se deshoja rápidamente en todas direcciones.
El cielo plomizo de la tarde inunda el corazón de Marcela, pero no llega a desbordar sus ojos. Una mano gris le oprime el pecho. Se niega a pensar en un mal augurio. Cuenta mentalmente los golpes lentos de sus pasos sobre la calle… ocho… nueve… Diez minutos más y estará en su casa. Tiene que hacer frente al problema, hablar con sus padres. Y sabe que no será fácil.
Lo que tengo que decirte es grave. La verdad es que no sé cómo… No hace falta, Marcela. Ya lo sé. ¡¿Cómo?! Sí, chiquita, las madres sabemos siempre cuando los hijos están en problemas. Yo ya me lo temía, tantas salidas… tantas fiestas… ¿Y no hay nada que se pueda hacer? No, mamá. Ya es tarde… Y… ¿papá lo sabe? No, mi amor, vos sabés cómo es él, vive en su cápsula de negocios, ajeno a todo lo que acontece en su familia. Tengo mucho miedo de su reacción, mamá. Él no tiene tu filosofía para aceptar lo imprevisto. Va a pensar que le fallé. Y eso lo va a enfurecer… Bueno, dejálo por mi cuenta. Trataré de calmarlo. Tendrá que aceptar las cosas como son, no hay alternativa. Vos estás segura ¿no es cierto? Sí, mamá, por supuesto, ya tengo el resultado del examen. Pensé que tarde o temprano lo iban a saber. Por eso decidí hablarte. Y quiero decirte que, de verdad, no pensé nunca que te mostrarías tan comprensiva y dispuesta a ayudarme. Está bien. Esta noche misma hablaré con tu padre. Y que Dios nos asista!! Entonces va a ser mejor que yo no cene en casa esta noche. Pero vos tendrías que estar, Marcelita, explicarle qué te pasó, justificarte de alguna manera. ¡Por favor, mamá!! ¿qué puedo decir? Se va a poner furioso… Bueno, querida, no es el fin del mundo. Esperemos que hoy tu padre venga de buen humor… ¡Hum!… Ya veo, ¡lindas vacaciones nos esperan este año! Como te imaginarás, yo no voy a ir con ustedes este verano. En cuanto supe la fecha decidí quedarme en Buenos Aires. Entonces ¿vas a prepararte con todo para marzo? No, mamá, no va a ser en marzo, sino a fines de abril.
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No quieran ignorar
por Angie Tevez
Esta es una historia
Difícil de contar
Parece mentira
Como de película
Ella era una niña que
Creció sin papás
La calle era su madre
Y la tristeza su realidad
Un día se topó con personas
Que vendieron una vida de todas
Pero eso nunca sucedió
Y esclava de ellos se volvió
Le quitaron su inocencia
Y rompieron su corazón
Se olvidó de quien era
De donde venía y
A donde quería llegar
Porque esto es lo que sucede
Cuando un alma noble se pierde
La trata de personas es algo real
No quieran ignorar, no quieran ignorar
Pero bueno, no todo es malo
En esta historia
Ella logró escapar
Cuando puedo aceptar
Que valía mucho más
Sólo un poco de fe bastó
Dentro de su corazón
Y hoy vive y lucha para que
Esto no suceda más
Y que tras una nueva trayectoria
Jamás se repita esta historia
Porque se puede construir mucho
A partir del terror
No ha construido mucho pero No
La esperanza nunca perdió
Porque esto es lo que sucede
Cuando un alma noble se pierde
La trata de personas es algo real
No quieran ignorar, no quieran ignorar
Y es que tiene la culpa
aquel que se abusa
Y el que mira hacia otro lugar
Entiende que… si no haces nada
También sos parte
(*): Ambos textos fueron ganadores de la primera edición del concurso “Jóvenes contra la trata”, que organiza la Mesa Interinstitucional contra la Trata. La segunda edición ya está en marcha: pueden anotarse estudiantes de 4to, 5to y 6to año de escuelas secundarias, públicas y privadas, del Plan Fines y centros comunitarios. Los interesados podrán enviar mail a intercolegialcontralatrata@gmail.com.