A nivel nacional el promedio mensual es de $1.916 para las carreras de Arquitectura y Diseño y de $1.208,05 para Ciencias Sociales o Humanísticas.
Durante el primer cuatrimestre del año estudiar en la Universidad Nacional de Mar del Plata requirió un promedio mensual de $1.468 para las carreras de Arquitectura y Diseño, y de $845 para Ciencias Sociales o Humanísticas. Esto se desprende de una iniciativa del Movimiento Universitario SUR en coordinación con el Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana que realizó un estudio sobre el costo de estudiar en la universidad pública. Para el trabajo, se tomaron tres variables de análisis: materiales de estudio, alimentación y transporte.
Los relevamientos del indicador estudiantil de precios (IEP) fueron realizados en las principales universidades públicas nacionales del país: Universidad de Buenos Aires, Universidad Nacional del Mar del Plata, Universidad Nacional de La Plata, Universidad Nacional de Córdoba, Universidad Nacional de Tucumán y la Universidad Nacional del Nordeste. En cada una de ellas se consideró una carrera de las Ciencias Sociales o Humanísticas y una carrera de Arquitectura y Diseño.
Los resultados globales arrojan que, durante el primer cuatrimestre del año, estudiar en una Universidad Pública requirió un promedio mensual de $1.916 para las carreras de Arquitectura y Diseño y de $1.208,05 para Ciencias Sociales o Humanísticas.
Al respecto, el abogado Rodrigo Blanco, coordinador regional del Isepci se refirió al costo de estudiar en la Universidad Nacional de Mar del Plata. “Estudiar en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño tiene un costo promedio de $1.468 mensuales, en tanto para las Ciencias Sociales, estudiar costó en promedio $845. Si se toma en cuenta que el salario mínimo vital y móvil para el primer semestre de este año es de apenas $6.061, estudiar una carrera vinculada a las ciencias sociales representa el 15% de un salario y estudiar arquitectura en la UNMdP representa cerca del 24%”.
Hay que destacar que este indicador mide sólo transporte, alimentos y materiales y no contempla el costo de los alquileres estudiantiles, que en el caso de la ciudad “resulta significativo ya que un gran porcentaje de la población estudiantil de la UNMdP no es oriunda de la ciudad”.
Otra variable de incidencia es “la limitación en la posibilidad de trabajar que representa para los estudiantes la escasa oferta horaria en las cursadas, o que se ven obligados a combinar estudio y jornadas de trabajo reducidas, por lo que el salario promedio de un estudiante suele estar por debajo del mínimo mencionado”, explicó Blanco.
Del análisis de los datos obtenidos se puede interpretar que a pesar de que “en nuestro país se promueve la idea de que la educación superior es “pública y gratuita”, esto no tiene correlato en la realidad de los jóvenes que estudian dentro del sistema de educación pública”.
El trabajo busca ser un aporte a la discusión de la educación pública en nuestro país y un llamado de atención ante la crítica situación que en particular se encuentra el sistema universitario.
“Se vuelve urgente el reclamo de un mayor presupuesto para las universidades públicas que ascienda por lo menos al 10% del PBI para promover una verdadera educación pública gratuita y de calidad”, concluyó Blanco.