Se presentará este sábado a las 19 en el Museo MAR, con entrada libre y gratuita. La actriz regresa a ese personaje con apoyo audiovisual, datos de la biografía de Evita y detalles de su interpretación.
“Más de veinte actrices argentinas realizamos el personaje de Evita”, dijo la actriz Esther Goris, una de las que interpretó a la llamada “Abanderada de los humildes”. Era 1996 y quedó seleccionada para llevar adelante ese rol en la película de Juan Carlos Desanzo con guion de José Pablo Feinmann: “Eva Perón, la verdadera historia”.
“No pasa una semana sin que la gente me esté recordando el personaje de Eva -admitió la actriz en charla con LA CAPITAL-. Por ahí me van a ver al teatro en otra obra y siempre hay alguna palabra para Eva y mi interpretación de Eva, lo cual es es muy lindo. Eva es un personaje que ha dejado huella en mí y es lindo ver que se lo recuerde también”.
Quizá por eso ideó un homenaje a Eva: se trata de un espectáculo que llegará este sábado, a las 19, al auditorio del Museo MAR con entrada libre y gratuita. En la obra, la intérprete cuenta la vida de Eva Perón, incluye proyecciones audiovisuales y repasa cómo fue elegida para realizar ese papel.
“Evita me abrió muchísimas puertas laborales. Llegué a filmar en el exterior, realmente fue una bendición hacerlo. Todas las actrices de 20 a 90 años, como suelo decir, queríamos quedarnos con el personaje y tuve la suerte de que me tocara a mí”, evaluó.
Consultada sobre por qué la figura de Eva nunca dejar de estar presente en el arte, a través de muestras plásticas, libros, documentales y teatro, Goris entendió que fue “una política pero también un mito, hablar de Eva es iluminar zonas de nuestra historia, pero también de nuestro presente”.
“En general se la quiere, se la quiere mucho, pero cuando yo la hice gustaba más a propios y ajenos. Hoy las opiniones también suelen estar divididas, es el momento actual de la política, que hace que otra vez las opinión sobre Eva estén divididas”, señaló la actriz que está a punto de estrenar la obra “Plagio” de José María Muscari.
-A diferencia de Madonna, que también interpretó a Eva y nunca dejó de ser Madonna, ¿vos intentaste desdibujarte?
-Creo, y es la opinión de muchos, de otros actores y actrices, que al interpretar un personaje uno hace desaparecer algunas zonas propias para agigantar otras. Pienso que no hay un despojamiento absoluto de uno mismo, sino más bien trabajar con una zonas nuestras y con otras no. Lo importante, en todo caso, es dejar que resuenen los sentimientos y las emociones del personaje que interpretamos. Y esa caja de resonancia son las propias emociones. Uno está presente siempre en todos los personajes que hace, claro, no creo que haya un vaciamiento, no lo creo posible por otra parte. Siempre trabajamos con nosotros mismos, con nuestras emociones, con nuestra historia.