Juan Cruz Belleil había sido reconocido en el hospital por las víctimas, quienes además lo señalaron en el juicio. Deberá cumplir con una sentencia de 8 años en prisión por haber ingresado a robar a una quinta y haber baleado a dos trabajadores del lugar.
Un hombre de 39 años fue condenado a prisión por un brutal asalto en una quinta en el que dos trabajadores del lugar resultaron baleados y uno de ellos también apuñalado.
Los jueces del Tribunal N° 4, Gustavo Fissore, Alfredo Deleonardis y Juan Galarreta, condenaron a Juan Cruz Belleil a la pena de 8 años de prisión por el delito de robo agravado por haberse cometido mediante efracción, con el uso de arma blanca y arma de fuego y por haber ocasionado lesiones graves, en grado de tentativa.
Durante los alegatos, el fiscal Mariano Moyano había solicitado una pena mayor, de 11 años y 6 meses de prisión, mientras que el abogado defensor particular, Lautaro Hernán Resúa, pidió la absolución de Belleil por considerar que no había pruebas para demostrar su autoría.
Sin embargo, entre las pruebas en contra de Belleil, los jueces destacaron que dos de las víctimas lo reconocieron en la misma noche del violento asalto, cuando estaban en el Hospital Interzonal y lo vieron entrar. “¡Ese es el chorro!”, gritó unas de las víctimas al verlo en ese momento.
Violento asalto con armas
Durante el debate, el fiscal Moyano dio por probado que el hecho ocurrió el 26 de enero de 2022, en una quinta ubicada en el Paraje El Coyunco, cerca del kilómetro 15 de la Ruta 226.
Belleil, armado con un revólver calibre 32 marca “Dillon Vilonte” y un cómplice, con un cuchillo, ingresaron a la finca y se dirigieron al sector donde están las viviendas de los empleados. Una vez allí, patearon la puerta de una de las casillas e ingresaron, sorprendiendo a un hombre y una mujer que dormían en el lugar.
Belleil, siempre con el revólver en la mano, le exigió dinero a la pareja y cuando la mujer intentaba darle su celular, el hombre se abalanzó sobre el delincuente para intentar sacarle el arma.
Todo fue en cuestión de segundos. Belleil le disparó a la víctima en al menos dos ocasiones, hiriéndolo en el abdomen y una pierna, mientras que su cómplice también lo atacó y le asestó 10 puñaladas.
La situación fue advertida por otro de los trabajadores de la quinta, quien fue al lugar para ayudar a su compañero. Al llegar, el trabajador intentó quitarle el arma a Belleil, quien volvió a disparar y lo hirió en una pierna.
Sin embargo, entre las dos víctimas pudieron tirar a Belleil al piso, sacarle el arma y darle una paliza. El otro delincuente optó por irse del lugar y darse a la fuga.
Entre las víctimas golpearon a la víctima con objetos contundentes, como un cajón y un ladrillo, y lo lastimaron gravemente en la cabeza. En medio de la golpiza, Belleil también pudo escapar, dejando su arma en el lugar.
“¡Ese es el chorro!”
Las víctimas fueron al Hospital Interzonal, donde fueron ingresadas a quirófano. Uno de los hombres estaba grave, ya que había recibido un disparo que se alojó cerca del pulmón y una puñalada profunda en el vientre.
La pareja de una de las víctimas se encontraba en la entrada del HIGA y vio bajar de una ambulancia a Belleil, quien tenía la cabeza ensangrentada. “¡Ese es el chorro!”, le gritó la mujer a la policía, que inmediatamente lo detuvo en el lugar. Luego otra de las víctimas también lo vio y lo reconoció al instante, ya que lo había tenido cara a cara. “No tengo dudas que era el hombre
del arma“, dijo.
Para los jueces, fueron “decisivos” los relatos de las víctimas, quienes “narraron de manera elocuente y coincidente el feroz acometimiento armado que sufrieran a la madrugada”
Falsos testimonios
Durante el juicio, amigos de Belleil brindaron falsos testimonios al intentar armar una coartada. Luego de que los jueces entendieron que esto era falso, y tal como lo pidió el fiscal Moyano, en la sentencia ordenaron que fueran investigados por el delito de falso testimonio.