Las escuelas privadas de Mar del Plata atravesarán un período más crítico desde lo económico si pierden la ayuda proporcionada por el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción.
Representantes de colegios privados de la ciudad se mostraron “sorprendidos y preocupados” ante el anuncio del Gobierno nacional de no impartir el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) al sector para los pagos de los salarios de octubre.
La medida se debió a que no se incluyó a las instituciones como “críticas” y, por lo tanto, no continuarán recibiendo la ayuda excepcional estatal decretada en el marco del aislamiento social preventivo obligatorio (ASPO) por el Covid-19.
Así, la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la provincia de Buenos Aires (Aiepba) informó ayer a sus asociados que “el ATP 7 incluye a las escuelas de gestión privada, pero lamentablemente se nos considera un sector que está entre los no críticos, con lo cual solo habilita a la posibilidad de solicitar un préstamo con garantía estatal, con 3 meses de gracia y 12 cuotas fijas para devolverlo”.
Además detallaron que “si se aumenta la cantidad de empleados, una parte del préstamo puede convertirse en subsidio”.
La tasa del mismo es del 27 por ciento para las empresas que hayan tenido “facturación nominal negativa y del 33 por ciento si tuvieron facturación nominal positiva (hasta el 35 por ciento) durante octubre”.
Inviable
“Esto es el tiro de gracia, ahora sí muchos colegios van a cerrar porque la situación es insostenible y a muchos nos ayudaba el ATP para cumplir con todas las obligaciones”, dijo a LA CAPITAL el representante legal del Instituto San Nicolás de los Arroyos (ISNA), Matías Barrionuevo.
Con una experiencia de más de 30 años en el sector, y albergando a unos 900 alumnos de los niveles inicial, primario y secundario, aseguró que “muchas instituciones están en problemas, nosotros tenemos una deuda importante por el pago de salarios, y ahora nos dicen que tenemos que seguir pidiendo créditos para pagar sueldos. Es inviable”.
“Necesitamos que sigan los ATP, nosotros tuvimos que pedir créditos para cumplir con nuestras obligaciones cuando no nos tocó la ayuda, pero no podemos seguir endeudándonos para pagar intimaciones”, opinaron desde el Colegio Atlántico del Sur (CADS).
Otras instituciones privadas de la ciudad fueron contactadas por LA CAPITAL pero optaron por el silencio ante la situación.
Pedidos
Por su parte, desde la Aiepba lamentaron la situación que “agrava la profunda crisis que atraviesa nuestro sector” y anunciaron que ayer mismo se comunicaron con las autoridades “solicitando la revisión de esta medida que llega en un momento crítico del sector de Educación de Gestión Privada”.
La nueva medida da en el punto de flotación de la actividad, que ya venía golpeada por la creciente morosidad en el pago de las cuotas y los costos fijos de las instituciones, que se mantuvieron en el mismo nivel mientras que los ingresos descendieron “notablemente”.
La educación de gestión privada en la ciudad, tanto laica como religiosa, nuclea a unas 300 instituciones que congrega a unos 70 mil alumnos en los niveles inicial, primario, secundario y superior, una tercera parte de la población estudiantil total conformada por unos 210 mil chicos.
Así las cosas, la nueva ronda del ATP mantendrá el esquema solo para los sectores críticos (turismo, entretenimiento, cultura, salud, deportes, venta de artículos regionales de cuero, talabartería y marroquinería, alquiler de equipos de transporte y algunos servicios ligados a la actividad aérea) mientras que el resto podrá acceder a un crédito a tasa subsidiada.