Daniela Tomé editó un original libro objeto titulado "Alas de Bolsillo Pajarito", en el que juega con los pajaritos de la suerte, muy comunes en México.
por Paola Galano
@paolagalano
“En general, la gente tiene mucho que decir y poco para escuchar así que siempre me quedan muchas cosas al pendiente, sentimientos, emociones, la vida da mucha letra”, asegura Daniela Tomé, autora del libro objeto de micropoemas y frases titulado “Alas de Bolsillo Pajarito”, sobre los motivos que la llevan a escribir, a componer canciones y a volcarse al arte en general.
“No es algo que me pregunte a menudo, escribo seguramente porque no soy una mujer que encuentre muchos oídos”, sigue la marplatense, que es la creadora del ciclo musical Arte Sin Aduanas, entre otros espacios en los que da cabida a las expresiones musicales.
En tren de definiciones, la autora indica: “Soy una defensora de la vida y soy mujer, me siento hermanada en una misma lucha frente a un mundo descorazonado y mezquino. Esta es una etapa en donde la visión y la figura de la mujer van dejando una huella profunda de cambio, también en el hombre, en todo lo que la rodea”.
– ¿Cómo nació este libro?
– Nació hace ya bastante tiempo, es un pequeño compilado de frases y micropoemas. La idea era que fuera el primero de una serie de libros Alas de Bolsillo, de hecho el segundo libro fue el primero en publicarse en Argentina en 2014. Pajarito tiene un formato especial porque es un libro objeto que además trae sobres con frases en papel adhesivo y las ilustraciones que también vienen en ese formato. Está inspirado en los pajaritos de la suerte, típicos en México, es un pajarito que sale de su jaula y saca una especie de tarjetita de la suerte con algún mensaje sobre el futuro, una especie de adivino con alas. Este librito lo publicó el Centro Transdiciplinario Poesía y Trayecto que es una editorial independiente de México DF, Coordinada por Karloz Atl.
El primer libro publicado es Alas de Bolsillo II, por editorial Govindarte y un librito artesanal, Vuelos del poema ardido, que ahora pueden encontrar en la plataforma Pentian, en concurso para ser publicado.
– ¿Cuál es la búsqueda que realizás al momento de escribir?
– Supongo que como todos los escritores me busco a mí misma, llegar a mí, a esa persona escondida debajo de cantidades de actividades, trabajos, neurosis, huecos, necesidades, presiones y deseos.
– ¿Cómo se combinan música y escritura?
– En mí todo el arte se combina desde muy pequeña. Por momentos me dedico a una u otra cosa, la pintura también tiene su lugar en mi vida y la maternidad esencialmente, porque soy mamá de seis hijos y además la producción de eventos artísticos, tengo la suerte de haber iniciado varios ciclos como Arte Sin aduanas, La vidriera del Músico, Somos canciones que es un ciclo esencialmente femenino, Entre canciones que está dedicado al cantautor.
– ¿Hay algún punto en común entre esas dos disciplinas que llevás adelante?
– Son tres disciplinas. Creo que sí, que son distintos modos de expresarse dentro de un mismo lenguaje que es el arte, distintas maneras de poder compartir esta experiencia.
– ¿Qué empezó primero, la música o la escritura?
– Supongo que primero los lápices, comencé a dibujar a los dos años y nunca me detuve, la música comenzó a los ocho, cuando me regalaron mi primera guitarra para Reyes y tuve grandes maestros como John Bojart, Remo Ricco y Mario Corradini. Luego en algún momento comencé a escribir sin darme cuenta, creo que mi diario fue lo primero o ponerle letras a viejas canciones en inglés para poder cantarlas. Pero recuerdo que de pequeña era una gran lectora, de poesía, novelas, ciencia ficción, astronomía.
– ¿Qué temás abordás en la música y qué tema en la poesía?
– Creo que en las canciones y los poemas abordo todos los temas, una canción de amor suele estar impregnada de las tragedias del mundo. Siempre tratando de rescatar la esperanza y los valores humanos y la pureza de sentimientos frente a las dificultades de la vida. Intentando buscar el equilibrio, he abordado temas desde las profundidades de mí misma, nunca escribo las cosas como un mero observador, porque todo lo que ocurre alrededor genera sentimientos y dolor. Muchas veces.