Por Nito Artaza
Este es un momento para tomar decisiones y asumir posiciones claras. Es el momento de un gran acuerdo nacional plasmado en la idea de unidad y estoy convencido de que Sergio Massa tiene capacidad y la inteligencia para esta circunstancia de la Argentina.
A los que nos apasiona la política, en mi caso, tengo una identidad en el radicalismo y tomé distancia, como muchos en la Unión Cívica Radical, cuando el partido decidió acordar con Mauricio Macri. Me parecía incompatible con las ideas y principios del radicalismo acompañar un proyecto conservador en lo político y neoliberal en lo económico, casi un proyecto personal de Macri.
Por eso, tomamos distancia para seguir siendo radicales.
En la circunstancia actual, me hubiera gustado que el radicalismo oficialmente tenga una posición absolutamente clara del lado progresista y popular. A 40 años de la democracia para siempre, no se puede titubear en acompañar espacios que nos invitan al autoritarismo, al fascismo o que insultan la memoria de Raúl Alfonsín y de Hipólito Yrigoyen. No creo que haya un radical que pueda apoyar este tipo de posiciones, porque traicionaría la memoria de Yrigoyen y de Alfonsín.
Por eso, a los radicales que, cumpliendo con su compromiso partidario, han acompañado a Juntos por el Cambio, los invitamos a que esta vez acompañen una propuesta de unidad nacional. El radicalismo seguirá existiendo, no queremos que desaparezca y se mimetice con otro partido, como el PRO, que terminó casi desapareciendo.
Tampoco queremos que aparezca un voto en blanco del radicalismo, el partido de la democracia para siempre, el de los derechos humanos en la Argentina, el que pudo juzgar, procesar y condenar a quienes violaron los DD.HH.
La Unión Cívica Radical debe tener una posición absolutamente clara cuando un espacio del otro lado nos propone un negacionismo y habla con las mismas palabras que esgrimieron en su defensa los comandantes en jefe en el Juicio a las Juntas. Invitamos sobre todo a quienes llevan en el alma al radicalismo. El partido tuvo un accidente en 130 años al acompañar posiciones de derecha, de acompañar a Macri en su momento, pero hoy no puede volver a equivocarse.
Creo que el radicalismo debe ser claro en su posición. No solamente la UCR, sino la ciudadanía en general. Porque no podemos estar pensando que en la Argentina nos van a cambiar la universidad pública por un voucher. La universidad, que es la forma de igualar conocimiento y de ampliarlo. No podemos estar poniendo en duda la salud pública, los remedios o la atención médica de nuestros ancianos, o los derechos conquistados por los trabajadores argentinos.
Es importante no decepcionar a los jóvenes. Muchos están entusiasmados con las ideas de la anti-política de Javier Milei.
No hay que defraudarlos y es importante decirles que se los está tomando en cuenta. En este sentido, fue muy inteligente Sergio Massa, interpretó las primarias y pudo paliar las cuestiones centrales con diversas medidas económicas. Además, con decisión política, pudo subsanar el asunto del abastecimiento de combustible, poniéndose firme frente a las grandes corporaciones petroleras.
Los errores que ha tenido Massa, incluso reconocidos por él, creo que se pueden subsanar. Por esta razón, no hay duda de que la ciudadanía va a reflexionar, como lo ha hecho en las elecciones generales, y en la definitoria del 19 de noviembre los argentinos vamos a elegir un acuerdo nacional, independientemente de que después se tome el camino de ser oposición, como puede ser el caso del radicalismo.
No puede haber indecisión con un anarcoliberalismo y con un líder que no está psicológicamente apto para soportar las presiones a las que suele someterse un Presidente de la Nación. Un líder que nos habla con violencia verbal y que no está equilibrado, seguro no va a traer las soluciones, ni los acuerdos, ni la paz que necesita hoy la Argentina.
Asimismo, me parece una gran irresponsabilidad de parte de Patricia Bullrich y Mauricio Macri seguir acrecentando la división entre los argentinos y volver levantar la antinomia “peronismo y anti-peronismo”, que terminó con el abrazo entre Ricardo Balbín y Juan Domingo Perón y con Alfonsín llamado a todos, con Antonio Cafiero acompañando a Alfonsín en el momento del intento del golpe carapintada. Eso terminó para siempre. De ahí que Massa es el hombre indicado; por eso lo acompañamos. Confío en él por su capacidad y lo conozco muy bien desde el Frente Renovador.
Me acuerdo haber estado en la plaza cuando Alfonsín dijo: “Iré personalmente a intimar la rendición”, al lado estaba Cafiero y empezamos a gritar en la plaza, “Vamos todos, vamos todos”. El 19 de noviembre, vamos todos en memoria de la democracia para siempre, en memoria de Raúl Alfonsín.
(*): Actor, dirigente radical y ex senador de la Nación. Especial para NA.