por Javier Faroni
La pasada sesión de diputados en donde se aprobara el proyecto de reforma a la ley de Ministerios de la Provincia de Buenos Aires, no fue una sesión más para quienes venimos trabajando fuertemente por poner a la Cultura en la agenda política de la clase dirigente.
Realmente fue un logro importante que Cultura adquiera el rango de Ministerio. Es el primer paso para que la Provincia nos demuestre que le interesa la Cultura y un buen gesto luego de habérsela estipulado como Secretaría en la anterior ley de Ministerios y tras haber salido del régimen del Instituto Cultural que tuviéramos desde el 2003.
Sabemos que ese rango ministerial se tiene que complementar con un plan integral, con medidas a corto y largo plazo que sean claras, previsibles y accesibles a todos, pero también con el presupuesto adecuado para poder llevarlo a cabo.
El compromiso es del Ejecutivo pero también de nosotros, los legisladores. Tenemos que replantearnos la importancia de trabajar por y para la cultura porque es una cuestión que atraviesa a todos los sectores de la sociedad.
Para poder lograr ese objetivo, tenemos que pensar a la cultura como una política de estado, en donde desde todos los sectores nos pongamos de acuerdo en como concebir una verdadera política cultural, al menos de acá a 10 años. Estoy convencido que el camino es trabajando en proyectos concretos que impliquen un salto cualitativo en la materia, así como lo venimos haciendo desde la legislatura en estos pocos meses desde que me tocó asumir como diputado.
Cuando hablamos de trabajar en serio en políticas culturales, implica convencernos que la cultura no es marketing ni un gasto, es un derecho constitucional, universal y accesible para todos. Basta de ver a la cultura como una propaganda del gobierno de turno o de intentar comprenderla a través de las reglas del mercado.
Todo lo contrario, trabajar en serio políticas culturales es asumir el compromiso de abocarse a las necesidades reales del sector como ocuparse del sector artístico no comercial (minorías, artistas independientes) y fomentar la enseñanza y practica de las distintas manifestaciones del arte.
Pero además de solucionar los problemas de gestión cultural, es indispensable que pensemos políticas culturales que brinden estímulos a la enseñanza y producción de todas las manifestaciones del arte, a generar canales que incentiven el consumo cultural e interés en la ciudadanía para proteger también al artista que la produce.
Por otra parte, trabajar en cultura también es resguardar los bienes culturales, nuestro patrimonio histórico, es proteger y mantener en condiciones a las instituciones que velan por su cuidado como los museos y los distintos centros de exposiciones culturales.
Además, trabajar en cultura también es ocuparse de aquellas cuestiones que son urgentes y primarias como girar en término los fondos a las bibliotecas barriales y populares, porque sí hay algo que la sociedad necesita para educarse y evolucionar, es incentivar la lectura; asistir como se debe a la Comedia de la provincia, a todos los entes artísticos y estimular a todas las expresiones del teatro independiente, para cuidarlo y fomentarlo; como también fomentar la aparición de centros culturales.
Incluso, no tengo dudas que la cultura integra y contiene. Pues trabajar en cultura también es pensar en proyectos directamente relacionados a la contención social creando centros culturales de arte que permitan ir sacando a los chicos de las drogas y las tentaciones, brindando caminos alternativos a través del arte como sucedió en Medellín con los parques temáticos o con el “Vale Cultura” en Brasil.
Por último, estoy convencido que la cultura también educa y que debemos generar espacios para que nuestros niños consuman cultura desde el momento que son escolarizados. No podemos tener un sistema educativo alejado del arte, la música, la literatura, el teatro o de cualquier expresión artística.
Por ello, desde esta banca de diputado, se seguirá trabajando fuertemente a través de numerosos proyectos (varios de ellos próximos a aprobarse) que supondrán un salto cualitativo para la cultura de la Provincia y permitirán que ésta se vuelva accesible a todos los bonaerenses.
(*): Diputado provincial del Frente Renovador.