Cultura

Entretextos: poemas de Guadalupe Carvani

La profesora de literatura y organizadora del ciclo de arte “Papeles en el Tacho” comparte cinco poemas de amor.

I.

Tu querer

Junté varias flores,

púrpuras y montesas,

cuyos nombres no conozco,

las até con un yuyo,

las metí en una botella vacía

de vino blanco bien dulce

y las mandé a naufragar

en tu oleaje.

Aunque siempre te creí sierra,

escarpada e inaccesible,

descubro que tu querer es marea.

A veces alta,

a veces baja,

no sé si se debe

a cada luna llena,

a cada fase lunar,

sin embargo pareciera

estar siempre ahí,

lo vea o no.

Cuántas veces lo olvido,

quiero correr a buscarlo,

mojar los pies en la orilla

helada y húmeda

de tu cariño

frío e inestable,

porque sé que nunca

va a venir

hasta mí.

II.

¿Me amarías si un día despierto

y soy un pan tostado*?

*sin tacc

Vos como pan tostado serías

ese que tiene la doradez justa y necesaria

un pancito integral con semillas

crocante pero sin durezas

con una buena cantidad de quesito crema

y coronándote

mi menjunje ideal

de tomatitos amarillos picados

igual que un dientito de ajo crudo

y unas hojitas de ciboulette

mezcladas con aceite de oliva

uno que me tiente solo con su aroma

sal y pimienta.

No estoy segura de por qué

esa tendencia a escribir en diminutivo

y creernos siempre seres chiquitos

pero hay algo que sé muy bien

y es que vos como pan tostado serías

lo mismo que como persona:

mi favorito.

III.

De acampes

Mirarte mantener el fuego es casi tan hipnótico

como mirar el fuego mismo,

aunque no me hacés arder la vista.

Sos cuidadoso hasta que no lo sos

y pienso que ojalá conmigo seas así:

que me trates con cuidado

pero no demasiado,

que me des un rato de aire

y te quedes observándome,

que te acerques con más deseo de calor

que miedo a las quemaduras,

que me cuides como si fuera

lo único que te alumbra y te abriga

durante las noches más oscuras,

que sepas que mi luz es capaz de ahuyentar

a cualquier bestia que intente cazarte.

IV.

Etéreo

Nunca entendí del todo lo etéreo.

Creo que es algo como

intangible

poco definido

sutil

pero sublime.

Sutil

pero sublime.

Me dijeron que sos

e t é r e o

cual espíritu vagabundo

que recorre los pasillos causando desmayos

distante incluso en las cercanías

y yo

una romántica de manual

embelesada por lo que parece

no estar del todo vivo

y por la idea de ser

quien lo ayude a revivir.

No es que siempre haya sido así

esta amistad inefable

complicidad discreta

contrato sin nombre

de no-eternidad

porque vivir día a día

elegirnos until it’s not fun anymore

aunque la verdad es

que te extraño casi siempre

y finalmente comprendo lo etéreo

en vos

mi aparición favorita

y en tu amor

que es sutil

pero sublime.

V.

(sin título)

Hoy te vi

y todavía me amás.

Fue lo último que pensé antes de perderme

en la oscuridad muda de algún sueño desaforado.

La autora

Guadalupe Carvani nació en el año 1995 en Mar del Plata, donde creció leyendo, escribiendo y mirando el mar. Después de pasar unos años en la UNMdP estudiando Letras, decidió que para su amor a la docencia iba a ser mejor el traspaso al Instituto Superior de Formación Docente N°19, donde se recibió de profesora en Educación Secundaria de Lengua y Literatura. Es coorganizadora del ciclo de arte “Papeles en el Tacho” desde el 2019, en el que hizo sus primeras lecturas en vivo y dio sus primeros pasos como gestora cultural y editora artesanal. Aunque le encanta escribir cuentos, cuenta a LA CAPITAL que le nacen siempre poemas de amor.

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