por Gerardo Gómez Muñoz
El hombre por momentos parece un delirante. Y si su abdomen fuera un poquito más abultado y lo que dice divirtiera, tendría aires de Sancho Panza. Lamentablemente hay un abismo entre este personaje de opereta y el inimitable escudero del Quijote que encerraba mucha sabiduría.
Muchas veces la realidad supera a la ficción y el pueblo marplatense lo está confirmando en el cuero propio y en sus intereses.
Su intendente, Carlos Fernando Arroyo, practica un nuevo modo de tapar el vacío de su descalabro gubernativo autoelogiándose como el gestionador más exitoso de las últimas décadas. Y así se planta, creyéndose que nuestra gran ciudad es la “Insula de Barataria” . Y él no es el imborrable don Sancho sino apenas el insomne que triunfa en imaginadas contiendas épicas sólo existentes en su afiebrada cabeza.
Un leve sobrante
El enfrentamiento con sectores con los que debería dialogar -porque en el medio está el vecino, el comerciante, el empresario, el ciudadano a cuyo consenso se debe- habla de su absoluta incapacidad para ubicar la realidad. Actúa como si su demasiada bien rentada posición no le exigiese como primera obligación ponerse al servicio de ellos.
Hasta la vertical “Agrupación Atlántica” -adviértase la connotación cuartelaria de su procedencia política- tampoco le dotó de poderes para enfrentar bélicamente al “enemigo”, escondido tras el ciudadano discrepante.
Lo acaecido en la sesión inaugural del nuevo período de sesiones de los concejales es una muestra acabada -quizás final- de lo apuntado. No sólo habló más de tres horas, divagando de tal manera que mereció la acertada afirmación del concejal Santiago Bonifatti: “Al mensaje de Arroyo le sobraron 2 horas 55 minutos”.
Ni siquiera habló del presupuesto, del aún no solucionado problema de la basura y el predio de la recolección de residuos, de la salud pública, del pago de cuantiosas deudas como la de la mutual OAM y de los aportes de diversas obras sociales, etc. Pero largamente se extendió en su última epopeya bélica inventada, como una oportuna declaración ministerial lo demuestra.
La “pelea de fondo” con Aranguren
El intendente parece inagotable en la doble capacidad, de bajo costo, de su gestión: hablar de lo que sueña haber realizado -“soy el mejor intendente y voy por la reelección”- y de las admirables e inexistentes batallas ganadas. Ahora con el ministro de Energía “con quien me enfrenté a puertas cerradas por más de una hora y casi llegamos a los golpes”, Aranguren ya dijo que eso no existió ni tampoco el abandono al problema del gas en la ciudad. Admirable la imaginación del intendente, así como su capacidad de afrentar al sector femenino, no sólo no haciendo nada por sus reclamos de protección por la violencia de género sino también porque no barren las veredas como lo hacían antes.
Hay que aclarar que su misoginia tiene historia. Ya antes las había agredido verbalmente, señalándolas como dilapidadoras del tiempo útil por lo que tardaban en peinarse y acicalarse.
Desmentida “peso liviano”
Pero hay que seguir con la “de fondo en el Luna Park” frente al “figther” Aranguren. Fue de alquilar balcones como lo refirió Arroyo, aunque sin testigos. No importa: nuestros invalorables 24 concejales lo escucharon creyentes y embelesados, sin ni siquiera el leve esbozo de una risita de incredulidad o de rechazo a la patraña. Quizás con un dejo de admiración por la valentía fabulada de nuestro “Sancho Panza” de utilería que defendía a la ciudad que desde hace más de dos años sufre las demoras de la Nación sin reaccionar debidamente, salvo el reclamo de la Cámara de la Construcción, de la Uocra y de alguna otra entidad sin que las representaciones políticas reaccionen con la energía debida.
La mentira que todos descontaban se supo por boca directa de su “contendiente”. Menos mal que el “Asesor Pirincho” y los “Cazadores de Fantasmas” lo adoctrinaron para que hiciera un lavado liviano a guisa de desmentido de “su pelea” con Aranguren para dejar conformes a las autoridades, a los referentes políticos de la ciudad y a los marplatenses que piensan que todavía no está perdido del todo el rumbo.
“Pensar” y repensar la vieja política
Expectativa había despertado el lanzamiento de la filial de la creación macrista Pensar, encabezada por los diputados nacionales Juan Aicega y Guillermo Montenegro. El acto tuvo mucho más de signo partidario en el marco de la campaña preelectoral del segundo de los nombrados y la concurrencia en su mayoría respondió a esa tesitura.
Un conocido político, reaparecido en la ciudad en la que fue varias veces concejal -Juan Anastasía- comentaba ácidamente en una mesa de café cercano al Palacio de Luro e Yrigoyen: “Vienen a instalar un candidato foráneo y ni se toman el trabajo de ilustrar a los marplatenses acerca de cuáles son sus proyectos”.
Pensado de antes
Gozoso se mostraba el diputado provincial “Manino” Iriart: “Estos pretenden que nuestro grupo de estudio -que con el lema de Pensar convoca a renombrados especialistas locales, nacionales e internacionales- decline nuestra denominación. Auténtico Pensar hemos propuesto nosotros, concitando el interés y la asistencia de especialistas, estudiosos y profesionales, realmente preocupados por los problemas de la ciudad y su proyección, atraídos por el prestigio de los expositores”.
Abundó al respecto destacando que para la primera quincena de mayo está previsto otro encuentro con la disertación del afamado urbanista catalán Juan Puig.
Centro de estudios
De todos modos, la búsqueda del análisis de la problemática local, para superar la agobiante medianía que caracteriza al intendente Arroyo y a su elenco de asesores, cunde porque otro diputado provincial, Juan Manuel Cheppi, también ha conformado un Centro de Estudios para llegar a una visión profunda de los cuestiones preocupantes de la ciudad.
Se comenzó por un exhaustivo análisis de la problemática de la educación a través de la estructura de 50 escuelas primarias y secundarias. El resultado de esta aproximación ofrece un resultado aún mucho más desfavorable del que se pensaba de la vergonzante gestión del infatuado intendente actual.
Radicales inquietos
En recatados diálogos hay radicales que expresan su preocupación por las contingencias desfavorables a sus pretensiones de expansión que puedan derivarse del aquelarre arroyista instalado en Luro e Yrigoyen.
Muchos han dejado de lado la sorna por el renovado papelón del comunal y sus aires de delirancia política. Sobre todo con su nueva declamación de que será candidato a intendente nuevamente “Con o sin Cambiemos”. Hay algunos que hasta hace poco eran devotos de la obediente disciplina silenciosa que ahora se atreven a una rebeldía susurrante: “Este tipo no da para más”, sobre todo cuando se renuevan mediciones en las que no levanta cabeza.
Piromanía vocacional
Para colmo sigue sumando colaboradores que son iniciadores de incendios continuos como Alcolea, honrado en la plaza del cooperativismo, quien se introdujo en una sesión de la comisión respectiva para comentar, como si tal cosa, que le dijeron que había concejales y funcionarios que le reclamaban “retornos” a los trabajadores del ramo. Hasta Mauricio Loria -el ex yerno- saltó para reclamarle que sea más responsable y serio, haciendo la denuncia judicial correspondiente.
Pero en Mendoza una reunión cumbre de la UCR, con el presidente del comité nacional Alfredo Cornejo, reclamó mayor participación del partido en Cambiemos. Y el presidente del radicalismo local hace bastante que no calla los reclamos siguiendo a su jefe sectorial Ricardo Alfonsín, que ha vuelto a la carga con tiros contundentes como “no es cuestión de reclamar más cargos sino principios”.
Y el jefe del bloque de diputados, Maxi Abad, insistiendo en su estilo mesurado, tampoco dejó dudas que las molestias están inquietando: “Me gustaría que la UCR forme parte de la fórmula gubernamental de la provincia”.
Y la gobernadora está atenta porque le hizo saber a representantes locales su satisfacción por haberles hecho entender a Arroyo y compañía que no debían establecer gabelas para ciertos rubros de la actividad social y cultural. Bueno, ahora habrá que estar atento con las tasas que impone el Hernán “primero”.
Ah, en Mendoza el presidente de la UCR había reconocido que las tarifas de servicios “deberían ser más moderadas”…
Haciendo memoria
Recordatorio para votantes olvidadizos. ¿Se acuerdan los de zonas importantes de la ciudad cuando bramaban contra las tasas que imponía el anterior gobierno?
¿Recuerdan que el ex jefe comunal era denunciado por Arroyo y uno que ya no está porque pagaba los salarios con dispensa oficial pero sin fondos y avalado por el Banco Provincia que cobraba los intereses debidos?
Bueno, Arroyo y el que no mencionamos terminaron en el mismo sistema, pero doblando la cantidad y con mayores intereses. Y todos los que debían reclamar… calladitos.
Y por último relean el “Diario de la Ciudad”, que Arroyo no sólo agravia a las mujeres sino también un principio básico de la administración pública: el Tribunal de Cuentas de la provincia le imputa anomalías e irregularidades en su primer año de gestión por nada más que 15 millones de pesos. Don Sancho Panza era un envidiable y casi seráfico delirante. Hay otros que son simples sanateros, casi enfermizos.