Tenía 88 años. Fue encontrado muerto de un balazo en la bañera de su casa, en el partido bonaerense de San Martín, con una nota firmada en la que explicaba los motivos de su suicidio. Había intervenido en el crimen de Alicia Muñiz por parte del ex boxeador Carlos Monzón.
El médico forense Osvaldo Raffo fue hallado hoy muerto de un balazo en la bañera de su casa, en el partido bonaerense de San Martín, donde los investigadores hallaron una nota firmada y dirigida al juez en la que decía que se suicidaba porque no aguantaba más los dolores que lo aquejaban por una enfermedad que atravesaba, informaron fuentes policiales.
Raffo (88), quien era el médico legista de más prestigio en el país y en sus 50 años de carrera realizó alrededor de 20.000 autopsias, fue hallado esta mañana muerto en su domicilio de la calle Florida 2313 del barrio San Andrés, del partido de San Martín, donde vivía solo.
Su cuidadora, quien no trabaja los domingos, al ingresar al domicilio encontró en la cocina dos notas firmadas y selladas por el propio Raffo.
La primera nota -a cuyo contenido accedió Télam- está dirigida a su empleada y decía: “Silvia, no te asustes. No subas sola. Dios te guarde“.
La segunda nota hallada en un cuaderno con espiral, estaba dirigida al “Juez”, está fechada como “17/03” a las “8.35” y dice: “No soporto más los dolores que me aquejan. NO se culpe a nadie de mi muerte. Dios me perdone”.
El cuerpo de Raffo fue hallado acostado en la bañera, boca arriba, vestido con una bata negra y un pantalón corto tipo pijama celeste y con medias colocadas.
Según las fuentes, Raffo presentaba un disparo en la cabeza y tenía un revólver calibre 38 en una mano.
Raffo intervino como perito oficial o de parte en varios de los casos policiales más resonantes de la historia criminal argentina y su manual “La Muerte Violenta” fue y es estudiando actualmente por todos los médicos legistas del país.
Intervino en el crimen de Alicia Muñiz por parte del ex boxeador Carlos Monzón en Mar del Plata, en los casos del soldado Omar Carrasco, el homicidio de María Soledad Morales en Catamarca y el parricidio de las hermanas Vázquez en Saavedra.
Como perito de parte también intervino en el crimen de María Marta García Belsunce, el de Nora Dalmasso en Río Cuarto, y el último caso resonante en el que dio su opinión fue la muerte del fiscal Alberto Nisman, donde avaló la hipótesis de un homicidio.
Raffo se retiró con el grado de comisario inspector como médico de la policía bonaerense y llegó a ser director de la morgue judicial del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional.