por Marcela Passo
En el año 2017 nuestro espacio político, liderado por Sergio Massa, presentaba la propuesta llamada “Bajemos los precios”, que contemplaba medidas como quitarle el IVA a 11 productos de la canasta básica de alimentos, lo cual no prosperó; otras que se convirtieron en ley como la Ley de Fomento a la Competencia, y otro punto fue lo que llamamos la “Ley de Góndolas”, proyecto que perdió estado parlamentario por falta de voluntad política de parte del oficialismo, a pesar de nuestros reiterados pedidos de tratamiento.
Este año, en el mes de abril, volvimos a presentar esa iniciativa, esta vez bajo mi autoría. Lo hacemos bajo la firme convicción de que todo empeoró y entonces tratar este proyecto se volvió urgente. El bolsillo de los argentinos no aguanta más. El contexto inflacionario, los tarifazos y la enorme falta de sensibilidad del gobierno nos vuelve a convocar a transformar el futuro de la mano de las propuestas.
La pobreza no para de crecer y hoy garantizar el acceso a los alimentos se ha vuelto una cuestión primordial. No podemos permitir que, para colmo, se produzcan abusos por la posición dominante que en ese mercado algunos detentan.
El proyecto plantea dos caras de la misma moneda. Por un lado, darle al consumidor la posibilidad de elegir cuando está frente a la góndola, que tenga opciones, de precios, calidad y diversidad de proveedores. Y por otro, que ello se logre permitiendo ingresar a las grandes cadenas de supermercados a aquellas Pymes que hoy no pueden hacerlo porque las condiciones que les imponen solo son posibles de ser cumplimentadas por las grandes marcas.
Acotar el espacio acaparado en góndolas de parte de los grandes grupos empresarios y flexibilizar las condiciones que se imponen a las Pymes para acceder a las mismas son medidas que favorecerían al consumidor en general, acotaría el margen de abusos de posición dominante de quienes terminan siendo formadores de precios y generaría mayor producción y crecimiento de muchas Pymes, las cuales son las grandes generadoras de trabajo en nuestro país.
Estamos tratando de consensuar con todas las fuerzas políticas la posibilidad de sancionar esta norma que está materializada en diversos e interesantes proyectos de diputados y diputadas pertenecientes al oficiaismo y a la oposición, y que se hallan en tratamiento en la comisión que presido, la de Defensa al Consumidor, el Usuario y la Competencia.
La elaboración de un proyecto que contenga estos ítems también es un mandato que la Ley de Defensa de la Competencia, sancionada el año pasado, indicó que el Poder Ejecutivo Nacional cumplimentara, lo cual se encuentra con los plazos vencidos e incumplidos.
Tenemos la enorme voluntad de acordar una norma posible que cumpla con lo indicado en los textos de los proyectos, desde la convicción de que el generar opciones en góndola, además de facilitar el acceso de las Pymes a las mismas abona nuestra idea de que saldremos adelante de la mano de la producción y el trabajo nacional. Eso será positivo aún cuando, ojalá así suceda, cambie el gobierno, y mejore la economía. Porque la competencia minorista siempre es sana en su rol de brindar opciones al consumidor y oportunidades a las Pymes generadoras de trabajo.
(*): Diputada nacional por el Frente Renovador-Buenos Aires. Presidenta de la comisión de Defensa del Consumidor de la Cámara de Diputados.