Además llegó una factura de luz de 42 mil pesos. La boleta anterior de Camuzzi había sido de $54.000. "No podemos seguir en este dilema donde no te dejan otra alternativa que pagar esta locura", expresaron.
La llegada de las últimas boletas de gas y luz que llegaron al Hogar de Enfermos Crónicos Nuestra Señora de Lourdes provocó “un gran disgusto” en la institución: deberá pagar 103 mil pesos de gas 42 mil de luz.
En el Hogar, ubicado en la Gruta de Lourdes, residen actualmente 50 internos entre adultos mayores, enfermos crónicos y discapacitados, y hay alrededor de 40 trabajadores. Las Pequeñas Hermanas de la Divina Providencia son las encargadas, desde hace 80 años, de que todo funcione en esta institución donde “todo está en regla y habilitado”.
El incremento de los servicios públicos y los costos fijos compromete seriamente la economía del Hogar. La factura anterior de gas había sido de 54 mil pesos y ya había generado una fuerte preocupación, junto a una factura de luz de 37 mil pesos.
La situación por el aumento en las tarifas de los servicios empezó a generar inconvenientes en el hogar el año pasado pero ahora llegó a un punto límite: esta vez, pese a que los consumos fueron inferiores en comparación a los del 2018, los montos a pagar fueron calificados por la institución directamente como “una locura”: 103 mil pesos de gas y 42.000 de luz.
“Realmente es una locura. Trabajamos con gente enferma y podemos estar sin calefacción. Sinceramente estas cosas invitan a bajar los brazos“, indicó a LA CAPITAL la abogada del Hogar de Enfermos Crónicos Nuestra Señora de Lourdes, Silvana Dulin.
“Acá la prioridad la tienen las personas que están internadas y el personal, que es el que sostiene a la institución y necesita cobrar en tiempo y forma, pagar las cargas sociales y todos los impuestos; pero las cuentas sinceramente no dan”, dijo.
El hogar cuenta con más de 40 trabajadores entre enfermeras, mucamas, profesionales de la salud, administrativos y personal de mantenimiento.
Hace un tiempo, el Hogar se ve envuelto en “un dilema sin alternativa: hay que pagar”. Por tratarse de una institución privada, no recibe ningún subsidio del Estado. Subsiste con la mensualidad de las personas que se internan. Pero a la vez, brinda una contención y un cuidado integral a adultos mayores, enfermos crónicos y personas con discapacidad que el Estado “no ofrece”.
“Que te corten el gas es una alternativa que no existe acá. Hay unas 50 personas internadas. Es un instituto que se ocupa de la salud de la gente y suple al Estado, que no puede afrontar un hogar con este tipo de cuidados”, expresó la abogada.
Si bien en los últimos meses las familias de algunas de las personas internadas y vecinos del barrio colaboraron con el Hogar para ayudar a pagar los servicios, desde la institución entienden que no es lo correcto.
“La gente sale a ayudar, pero no puede hacerlo todos los meses. Las hermanas siempre dicen que no es justo depender de la generosidad de la gente, que ya tiene sus problemas“, comentó la doctora Silvana Dulin.
Asimismo, remarcó: “Ésta es una institución que cumple rigurosamente con todo. Quienes traen acá a sus abuelos, sus padres y personas con discapacidad, saben que esta institución tiene todas las habilitaciones, cuenta con sistemas de seguros de salud, con su personal totalmente en blanco. Y eso es muy importante. Es una institución que cumple con todo, que tiene 80 años y merece ser elegida. No merece pasar por esta situación angustiante”.
Reclamos y exposiciones sin respuesta
A principios de julio, las hermanas y el personal que sostienen el funcionamiento de este hogar fueron al Concejo Deliberante para solicitar la declaración de emergencia tarifaria en el municipio. La hermana Silvia Rivas hizo uso de la palabra y conmovió a los presentes por la difícil situación que atraviesa el Hogar.
Un mes y medio después, no hubo respuesta a ese desesperado pedido de ayuda. Ahora, con la llegada de estas nuevas facturas, las hermanas reiteraron la presentación ante la Defensoría del Pueblo, con la intención de que esta vez sí haya una respuesta por parte de las autoridades.
Anteriormente, de la mano de la abogada, el Hogar realizó otra presentación ante el Gobierno nacional junto con otras instituciones vinculadas a congregaciones religiosas para que tengan descuentos en las tarifas de gas y luz. Tampoco hubo respuesta.