Un accidente automovilístico dejó a Munira Abdulla en coma en los Emiratos Unidos en 1991, luego 27 años en coma, y tras ser trasladada a una hospital en Alemania, la mujer despertó y el hecho se convirtió en noticia mundial.

Abdulla tenía 32 años cuando se chocó contra un autobús y sufrió una grave lesión cerebral que la dejó en coma, de la que se creyó que nunca despertaría. La mujer pasó muchos años en hospitales de Emiratos Árabes Unidos, pero en abril de 2017, el príncipe heredero costeó su nuevo tratamiento en Alemania.

Sin embargo, no fue hasta hace una semana que se conoció la noticia de que la mujer despertó, en junio del año pasado, en la clínica Schoen en Bad Aibling, a unos 50 kilómetros al sureste de Munich. Su hijo, Omar Weibar, de 32 años, se reunió con el medio local The National y decidió contar cómo se desarrollaron los hechos.

El joven señaló que primero escuchó unos ruidos extraños y que, tres días después, se despertó cuando alguien le llamaba por su nombre.

“Era ella. Estaba diciendo mi nombre y yo volaba de alegría. Durante años había soñado con ese momento y mi nombre fue lo primero que dijo”, cuenta Weibar, que solo tenía cuatro años cuando su madre se quedó en coma.

Abdulla continúa recibiendo tratamiento en Abu Dabi. Un informe del Hospital Mafraq del mes pasado señala que es “capaz de comunicarse de una forma razonable, especialmente en situaciones familiares”.

“Mucha gente ha llamado. Algunos de sus amigos han reaparecido y quieren verla”, cuenta Weibar al periódico emiratí. “Pero la gente tiene que entender que tiene que ser paciente. He explicado a sus amigos que todavía no es completamente consciente”, añade.

Por su parte, el doctor Friedemann Müller, médico jefe donde Abdulla estaba siendo tratada en Alemania, dijo a la NBC News que el despertar de la paciente “no es como levantarse por la mañana; fue un proceso durante semanas, ya que las reacciones y las vocalizaciones aumentaron y mejoraron”.

Y agregó: “Cuando nos dimos cuenta de que ella estaba hablando con nosotros, estábamos extasiados. Ninguno de nosotros había experimentado que alguien despierte después de 27 años”.