Según una encuesta, la mitad de las compañías del sector está operando por encima del 50% de su capacidad.
Las empresas del sector de indumentaria destacaron que las políticas públicas más utilizadas para atenuar el impacto de la pandemia fueron el acceso a los programas ATP y Repro, en un contexto en el que el 68% de las firmas registró una facturación negativa en 2020 respecto de 2019. y la mitad sufrió caídas mayores al 25%.
La Cámara Industrial de la Indumentaria (CIAI) realizó una encuesta entre sus empresas asociadas, según la cual la financiación para capital de trabajo e inversión productiva, junto con el impulso al consumo (Ahora 12), se percibieron como las acciones más necesarias para 2021.
Según el sondeo, la mitad de las empresas del sector está operando por encima del 50% de su capacidad, mientras que un cuarto lo hace por arriba del 75% y el resto está usando menos de la mitad de su capacidad.
Frente a la pandemia, indicó la encuesta, las compañías del rubro priorizaron implementar las siguientes medidas en el esquema de trabajo: suspensión de personal, teletrabajo y reducción horaria.
“Durante la pandemia, el pago de salarios, de impuestos y la carga de costos fijos se identificaron como importantes dificultades en la operatoria de la empresa”, indicó la CIAI.
En cuanto a los principales problemas financieros de 2020, se observó la reducción del plazo de financiación de los proveedores.
“Asimismo, si bien la cadena de pagos no se cortó totalmente, se resintió (devolución de cheques de clientes, refinanciación de cobros y pagos, etc.)”, añadió la encuesta.
Por otra parte, se detectó que el aumento interanual de precios de las prendas de vestir fue en promedio, durante diciembre, del 45%.
La cámara destacó además el crecimiento del comercio electrónico durante 2020, si bien “su incidencia en el total de las ventas no supera en promedio el 15%”, y en casi dos tercios de las empresas no llegó al 10%.
Por último, entre las principales preocupaciones registradas por la CIAI, frente a una posible reactivación, “figuran en los primeros lugares: la disponibilidad de materias primas, la presión tributaria y la escasa demanda”.