En el barrio, vecinos y comerciantes ultiman detalles para la festividad del 7 de agosto. La vigilia comenzará mañana. Se espera que miles de fieles vayan a agradecer y pedir empleo. Habrá misas, procesión y gran cantidad de puestos alrededor de la parroquia.
En el comienzo de agosto, el barrio marplatense de San Cayetano se prepara para su principal festividad. En las calles, los alrededores del templo y en varias casas aledañas ya se palpita la cuenta regresiva para la tradicional celebración que, como cada año, empezará a registrar movimiento a partir de mañana a la noche. La fiesta religiosa más convocante de la ciudad, que se realiza todos los 7 de agosto, promete volver a reunir a una gran cantidad de fieles.
Desde el miércoles a la noche, cuando comenzará la vigilia, el santuario de San Cayetano en Moreno 6700 empezará a recibir fieles para celebrar la festividad del santo nacido en Vicenza, Italia, en el seno de una familia ilustre.
La feligresía toda conmemora al Patrono del Trabajo y miles de personas se acercan cada año a pedir fuentes
laborales, pero también para agradecer.
El miércoles 7 de agosto se espera que una multitud se acerque al templo, que desde las 6 tendrá sistemáticamente oficios religiosos a lo largo de toda la jornada, mientras que por la tarde se realizará la procesión por las calles del barrio y posterior misa.
Es muy común todos los 7 de agosto, como sucederá el miércoles, ver incesantes peregrinaciones para pedir o agradecer al Santo Patrono por trabajo en todos los templos que lo consagran.
Las actividades principales serán durante el día recibir alimentos y ropa para las personas más necesitadas; habrá sacerdotes para confesar y hacer bendiciones. El santuario reparte gratuitamente un folleto con oraciones y mate cocido durante todo el día. El servicio de santería y el buffet en el salón parroquial, es el único lugar a beneficio del santuario, y los baños públicos contratados se ubican en la plaza.
Un barrio de fe
La mayoría de los residentes de los alrededores de la parroquia en el barrio San Cayetano están expectantes para el 7 de agosto, como cada año.
En las últimas horas, comenzaron los preparativos para montar los puestos alrededor de la parroquia, y se anticipa que el movimiento comience a sentirse el martes, ya que desde 6 de agosto el lugar siempre comienza a recibir fieles de toda la ciudad.
Como es tradicional, los alrededores de la parroquia se llenarán de diversos puestos que ofrecen una amplia gama de productos. Desde imágenes del santo hasta artesanías, regalos, comida y bebidas, todo está dispuesto a lo largo de la manzana mientras los fieles esperan su turno para ingresar al santuario. Esta escena se repite y se expande cada año.
A partir de la medianoche del martes, se espera la llegada de los fieles, y el miércoles se anticipa un flujo constante de visitantes durante todo el día. La finalidad de la espera es entrar a la parroquia y tener la oportunidad de estar unos momentos frente a la imagen del santo.
El santo
Cayetano de Thiene (San Cayetano) nació en Vicenza, Italia, y murió a los 67 años, el 7 de agosto de 1547. Estudió abogacía y derecho eclesiástico en Padua. Su corazón generoso lo llevó a comprometerse cada vez más, en el servicio de los hermanos necesitados, dando no solo sus bienes sino también su propia vida en el sacerdocio, al que se entregó en plenitud.
En 1670 el papa Clemente X lo canonizó y pasó a conocerse como el Santo de la Providencia, Patrono del pan y del trabajo.
El santo intenta retomar el estilo de vida de los apóstoles de Jesús, fundando una congregación de sacerdotes que quieren imitar al maestro, hasta las últimas consecuencias. Tienen como norma no pedir nada, no tener nada, dar la vida por los demás y confiar en la providencia de Dios.
Devoción
La devoción por San Cayetano en Argentina está ligada a los padres jesuitas. Cuando estos fueron expulsados de los territorios de las colonias de España, una auténtica criolla y devota cristiana, María Antonia de la Paz y Figueroa, construyó una Capilla en honor a San Cayetano en 1875, en lo que será más tarde el barrio porteño de Liniers.
Su devoción fue creciendo luego a los obreros de todo el país, que lo invocan como patrono del Pan y del Trabajo. En Mar del Plata se inauguró la primera parte del Templo el 7 de agosto de 1955 y se crea la Parroquia el 29 de junio de 1956.