El ex diputado decidió postularse y apuesta a romper la polarización. Habló de las diferencias en Juntos por el Cambio, pidió "recuperar la mesura" y se refirió al rol de Macri: "Es importante que colabore para la unidad, pero no me gustaría que sea candidato".
Por Hernán Kloosterman
Los meses de confinamiento por la pandemia le sirvieron a Emilio Monzó para terminar de tomar una decisión: ser candidato. Primero a diputado Nacional pero con la mira puesta en el deseo de ir por la gobernación de la Provincia en 2023. Siempre bajo el paraguas de Juntos por el Cambio.
También, en un contexto de posiciones extremas, está convencido de que el camino es el de la moderación aunque asume una contradicción: “La sociedad aspira al diálogo pero consume el conflicto”, cuenta quien fuera uno de los armadores de Cambiemos.
En Mar del Plata, el ex diputado y ministro de Asuntos Agrarios por el peronismo, aseguró que Juntos por el Cambio tiene dirigentes más preparados que en 2015, dijo que el liderazgo no está claro y opinó que lo más lógico sería ir a una PASO.
“Apuesto a una alternativa de gobierno y no a una oposición al kirchnerismo”, le dijo a LA CAPITAL en un mano a mano en el NH Gran Hotel Provincial. También habló de Mauricio Macri y de su gobierno. “Llegamos como Cambiemos y gobernamos como PRO”, definió.
– ¿Ya decidió ser candidato?
– No fue fácil la decisión. El confinamiento sirvió en mi caso para hacer una introspección, sanear la cabeza porque tantos años de tensión generan enojos y frustraciones y para tomar estas decisiones uno tiene que estar aliviado. En ese alivio, decidí ser candidato a diputado nacional en 2021 pero proyectando la candidatura a gobernador en 2023. Llevo muchos años en la provincia y eso me ha ayudado conocerla desde todos los puntos de vista. Hoy a los 55 años, voy a hacer el esfuerzo para poder llegar a la gobernación en 2023.
– En Juntos por el Cambio hay varios actores pero el liderazgo no está claro. ¿Es así?
– No está claro. El espacio creo que está buscando un liderazgo aunque mejor que eso sería una mesa con los dirigentes más trascendentes. A diferencia del liderazgo que tenía Mauricio, hoy tendría que haber una mesa con varios actores. Es un espacio que hoy tiene dirigentes políticos con mayor envergadura que en 2015.
Hay que conformar una mesa y buscar una estrategia para ser una alternativa de gobierno a diferencia de lo que fuimos en 2015 que fue una opción electoral. Quizás producto de una sociedad que forzaba eso, llegamos sin la preparación que podemos tener en esta oportunidad.
Apuesto a formar una alternativa de gobierno y no a una oposición al kirchnerismo. Hasta ahora el kirchnerismo fue el eje del escenario: estar en contra o a favor te posicionaba en la sociedad.
– Hay posturas radicalizadas y moderadas. ¿Se puede amalgamar en un proyecto común?
– Puede terminar en unas PASO, que es lo más sano. Hay posiciones más extremas y más moderadas. Estoy en el grupo de los moderados y en este momento somos la mayoría en cuanto a dirigentes, no sé en la sociedad. Hay una contradicción a nivel mundial: la sociedad aspira al diálogo pero consume el conflicto. Tienen más repercusión los actores del extremo que los moderados. Un ejemplo fue Trump. Una de las consecuencias de la pandemia es que desnudó la falta de estadistas a nivel mundial.
– ¿Por qué cree que muchos dirigentes entraron en ese juego?
– Todos tenemos que entrar en el juego de la comunicación. Pero la sociedad tiene que reflexionar y manejarse menos por emociones y más por la razón para buscar al estadista.
Hoy no tenemos estadistas, hoy se apela a la emoción y con eso podemos tener un presidente de la nación.
“Me gustaría que Mauricio colabore para que una
nueva generación de políticos gobierne en 2023″
– En términos electorales, ¿la polarización tiende a acentuarse?
– Veremos. No llamamos la atención pero la sociedad va a reflexionar porque los últimos años no nos ha ido muy bien con la polarización: la Argentina está cada vez más quebrada. Creo que va a haber una reacción y nosotros apostamos a que se rompa esa polarización.
– Si bien una PASO sería ordenadora, ¿se necesita llegar con cierto nivel de consenso?
– A eso aspiro. Quiero recuperar la vieja normalidad de la política cuando había diferencias pero también diálogo. Hay que volver a recuperar el centro, la mesura. Más desde el lugar del que estamos saliendo.
Mi prédica tiene que ver con el diálogo y con el consenso.
Si hoy hago este esfuerzo es para ir a buscar que se imponga este concepto. Me tengo confianza porque lo he logrado en todos los puestos que ocupé.
– El liderazgo de juntos por el Cambio está discutido. ¿A Macri lo incluye?
– Sí. A Macri siempre hay que incluirlo. Todo ex presidente de la Nación pasa a ser una persona preponderante por el resto de su vida. Su opinión y su posicionamiento siempre van a ser una voz muy fuerte. Por lo tanto, Mauricio es una persona que a mí me gustaría que colabore desde ese lugar para que esta nueva generación de políticos empiece a gobernar en 2023. Es importante que colabore para la unidad. Podría ser un actor importante.
– ¿Pero no como candidato?
– No me gustó que Cristina vuelva de candidata. Tampoco me gustaría que Mauricio vuelva de candidato. Para mí, los ex presidentes de la Nación pasan a estar en una jerarquía distinta al resto de los terrenales. A mí me gusta verlos en ese lugar y que se transformen en estadistas, que sean estrategas. En Argentina parece que nunca nos podemos retirar.
– Macri fue crítico del ala política del espacio e identificó a usted y a Frigerio. ¿Le dolió?
– No. Es todo subjetivo. Respeto su visión, no la comparto obviamente pero mi conciencia está tranquila con lo que hice durante la gestión.
– ¿Tras ser uno de los armadores de Cambiemos, imaginaba terminar tan relegado?
– Me imaginaba el 10 de diciembre de 2015 que íbamos a seguir ampliando la base de sustentación política y que seríamos un gobierno de coalición realmente. Invitando a una parte del peronismo. Llegamos como Cambiemos y gobernamos como PRO. Cuando comenzamos a gobernar como PRO, obviamente me sentí desplazado y a partir de ahí me alejé, pero nunca dejé mi responsabilidad en la Cámara de Diputados.
“Creí que Alberto iba a ir hacia el centro y se fue a expropiar Vicentín”
Emilio Monzó admitió estar desilusionado con Alberto Fernández. “Lo conozco personalmente y me merece afecto pero tengo una desilusión: me imaginaba un Alberto Fernández conduciendo al peronismo y se fue a expropiar Vicentín. Creo que ni La Cámpora le pedía que se corra a ese extremo”, analizó.
“Tuve la ilusión de que iba a correrse hacia el centro y que se iba a sentar dentro del peronismo que hoy gobierna la mayoría de las provincias y que está huérfano de un liderazgo. Lo imaginaba en ese lugar, con un equilibrio con La Cámpora y Cristina”, profundizó. Y agregó: “Lo veo al presidente extremando posiciones y no moderando. Entiendo que del otro lado recibe contestaciones de la misma magnitud pero el presidente es el que tiene que ser magnánimo. Me gustaría que sea el que promueva la unidad”.