El trío está formado por Matías Magneres, Gabriel Virga y Facundo Lisi. Sonará en vivo este viernes.
Un sonido de guitarra y una voz despojada de cualquier artilugio abren las puertas de un universo cotidiano, sencillo, quizá de otro tiempo. Acaso un modo de cantar poco transitado hoy. Las letras mencionan a los perros que chumban, a las calles de tierra, a las ausencias, a “las madrigueras del pensamiento”, entre muchas otras frases que disparan el sentido profundo de las canciones de “Pial”, el nuevo disco de Entusiasta.
Se trata del proyecto musical que integran Matías Magneres en voz y composición y Gabriel Virga y Facundo Lisi en guitarra y coros. Este nuevo trabajo contó con la participación, como invitados, de Mariana Vidal en voz y Nicolas Pasetti en contrabajo.
El flamante material sonará en vivo por primera vez este viernes a las 21 en el escenario de El Galpón de las Artes (Jujuy 2755).
“Pial es apenas un conjunto de canciones que tienen una mirada folclórica de la vida urbana y las cuestiones pequeñas de todos los días”, definió Magneres, que tiene otros dos discos con este grupo: “Entusiasta”, el primero, y “Casa”, el segundo. Y además es integrante del Dúo Ay.
“Creo que las guitarras criollas definen claramente un tipo de sonido, no necesitas nada más, te ponen en un marco y con un humor particular”, dijo Magneres en una entrevista con LA CAPITAL. “Somos tres amigos tocando y cantando, la historia de cada uno se filtra por la madera”, agregó.
Un cierto aire a Drexler recorre a “Pial”: “Lo escuché durante muchos años, tiene lógica que te resuene al poner el disco. Agrego dentro de las influencias a Atilio Reynoso, Fernando Cabrera, Adrián Sánchez, Güiraldes, Pablo Ramos, Mocchi. Mis compañeros seguramente te dirían otros”, contó.
Consultado sobre el tema de la ruralidad, que parece atravesar el universo semántico del disco, Magneres dijo: “Es la combinación de limitaciones y gusto personal. La música que más o menos puedo tocar y la manera en la que puedo escribir tienen ese sonido. Hay muchas palabras que surgen de tareas o que nombran elementos de la vida rural que me gustan mucho, por su sonoridad y porque son precisas y poéticas a la vez, las elegí ya que me ayudaban a cerrar una idea o a dejarla abierta”.
Podés escuchar el disco “Pial” acá:
-¿Cómo nació este disco?
-Lo fui armando por la mañana temprano, antes del inicio de la vida familiar y bajo volumen para no despertar a nadie. Intentaba hacer 8 compases por día, un buen día llegaba a 4. Ensayamos bastante y salimos a tocar las canciones. Cuando nos pareció que sonaban, nos juntamos a grabar en la casa de Gabi una canción por noche. Hicimos tomas directas y elegimos la que más nos gustaba.
-Cantás: “Que regrese del olvido algo que contar”. ¿Se puede entender que la idea es rescatar al folklore de cierto olvido?
-Me parece que es al revés: en la música que me gusta escuchar, hay alguien cantando sobre algo que lo conmueve o interpela mientras toca una guitarra. Ese formato sigue siendo actual, no solo en el folclore, aunque no es masivo. No necesita rescate, en todo caso está ahí para darnos una mano grande, ya que siento que nos estamos acostumbrando a cierta falta de calidez. Con respecto a la frase que mencionás, creo todos tenemos cosas que decir o contar si nos damos el tiempo, y las canciones son un buen vehículo para eso.
-Recreas la bella “Doberman”, una canción de Ay, ¿por qué?
-Por sugerencia de Leo Juanes, que tocaba en el trío ni bien arrancamos. Le gusta mucho esa canción que hacemos en Ay y nos pareció que era una buena idea.
-Aparecen las voces de personas grandes, ¿Quiénes son?
-Aparece Oscar Dionisio Vidal, mi suegro. Alguien a quien quiero mucho y me ha ayudado mucho, pero, sobre todo, el dueño de una sintaxis particular. En el disco anterior “Casa”, se luce más. El tiempo pasa para todos.