Por Vito Amalfitano
Es el tiempo de las mujeres. Ellas nos enseñan el camino. En tantas cosas. Pero ¿quien hubiera imaginado, hace unos años, que esto también iba ocurrir en fútbol, nada menos, y en Argentina?
Ellas no son multimillonarias ni viajan en jet privados. Ni siquiera pueden vivir del fútbol. Pero su capacidad de organización, en el juego como en la vida, y su temple y capacidad de reacción ante la adversidad, las llevaron a vivir una jornada histórica en el 0-3 que se convirtió en 3 a 3 con la marplatense Milagros Menéndez como gran protagonista.
Bien de abajo, ellas despertaron la atención de todo un país futbolero. Los más encumbrados, desde la cima más alta, en cambio, provocaron una peligrosa indiferencia en el inicio de esta Copa América.
Con la enseñanza de las jugadoras del equipo femenino, la Selección masculina por fin anoche ensayó un atisbo de carácter para reponerse de una situación comprometida en Belo Horizonte ante Paraguay. No apareció la organización, ni mucho menos. La defensa fue una calamidad. Pero al menos hubo ciertas reacciones individuales.. Algo de Messi, poco. Armani en el momento justo.
Las chicas pegaron un grito en Francia. Los muchachos solo se desperezaron en Brasil. Deben despertarse ya, el domingo ante Qatar, para no sumar una nueva frustración que además sea un papelón. Para salir de esta tibieza, miren a las pibas.