El Senasa declaró el alerta para evitar el ingreso al país de la “polilla gitana”
Suele atacar las producciones frutícolas y forestal. El insecto, según explica el Sistema Nacional Argentino de Vigilancia y Monitoreo de Plagas, presenta "una elevada tasa de reproducción".
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) declaró hoy el estado de alerta en todo el territorio nacional para evitar el ingreso al país de una plaga conocida vulgarmente como la “polilla gitana”, que suele atacar las producciones frutícolas y forestal.
“Se declara el alerta fitosanitario en todo el territorio de la República Argentina con respecto a la plaga Lymantria dispar raza asiática, debiendo adoptarse y fortalecer las acciones, procedimientos y medidas fitosanitarias correspondientes, a fin de prevenir su introducción en el Territorio Nacional”, definió la Resolución 130 firmada por el presidente del Senasa, Ricardo Negri, y publicada hoy en el Boletín Oficial.
La Lymantria dispar o polilla gitana “es una especie cuarentenaria ausente en el país, altamente polífaga”, que se ha encontrado en más de 600 especies de importancia forestal y frutícola alrededor del mundo.
La plaga es originaria de Europa y Asia, pero a partir de 1860 se expandió hacia los Estados Unidos introducida por el entomólogo aficionado francés Étienne Léopold Trouvelot. Desde entonces ha causado daños millonarios en los bosques madereros de Norteamérica.
El insecto, según explica el Sistema Nacional Argentino de Vigilancia y Monitoreo de Plagas, presenta “una elevada tasa de reproducción, la cual produciría graves perjuicios a la producción por la defoliación que podría causar a altas densidades poblacionales y la falta de control efectivo sobre la misma”.
La principal vía de difusión de esta plaga es el comercio de productos agrícolas y forestales. En los últimos años, por ejemplo, la presencia de la polilla gitana fue detectada en barcos que llegaban a Chile desde Asia.
El Senasa confirmó que “mediante el análisis de riesgo de la plaga se ha identificado como áreas de mayor riesgo de ingreso al país los puertos y sus zonas aledañas, donde arriben navíos que durante los últimos 24 meses hayan recalado en zonas con presencia de la plaga”.
La declaración formal del alerta obliga a los productores y técnicos agropecuarios a denunciar ante Senasa, en forma automática, toda sospecha sobre la presencia de la plaga en el país.
A partir de esas sospechas, el organismo sanitario nacional “procederá a tomar los recaudos necesarios y a ordenar las medidas de ejecución obligatorias, pudiendo interdictar, disponer cuarentenas, decomisar, delimitar zonas y/o establecer acciones que, de acuerdo al ciclo biológico de la plaga, sean necesarias de adoptar para lograr su erradicación”.