La propuesta de la banda necochense es una poderosa mixtura de canciones rock con toques de funk, psicodelia, música celta y ritmos latinos.
El Plan de la Mariposa tocará en Mar del Plata el 1 de septiembre en Abbey Road presentando “Devorados por el Tercer Ojo”.
El show llega luego de una gira por Europa -Dinamarca, Alemania y Holanda- durante el mes de julio. En Argentina, además de Mar del Plata estarán en Neuquén, Viedma, Bahía Blanca, Buenos Aires, San Juan, Mendoza, Córdoba, Rosario, Haedo (provincia Buenos Aires) y La Plata.
Este 2018 lo abrieron tocando a sala llena en el Teatro Flores de Capital Federal y con entradas agotadas en el Teatro Sala Opera de La Plata. Además tocaron en Bahía Blanca junto a Ciro y Los Persas y La Que Faltaba, participaron de los festivales Rock Al Mar y Rock en Baradero y realizaron su primera gira por Uruguay.
A lo largo del 2017, tuvieron una destacada actuación en el Lollapalooza Argentina, una gira europea que los llevó por Inglaterra, Alemania, Holanda, Dinamarca y República Checa. También recorrieron el país con su nuevo disco “Devorando Intensidad”, pasando por Gualeguaychú, San Carlos (Mendoza), Posadas, Corrientes, Tandil, Necochea, Bolívar, Mar del Plata, Santa Fe, Rosario, Córdoba, La Plata, Salta, Jujuy, Tucumán, Aires, Azul, General Roca, Río Colorado, Bahía Blanca. Su reciente álbum lo presentaron con entradas agotadas (en dos oportunidades) en el Teatro Sala Opera de La Plata, Teatro Vorterix y Niceto Club.
El Plan de la Mariposa es un proyecto de rock libre integrado por siete músicos de los cuales cinco son hermanos. Una familia musical proveniente de Necochea, ahora instalada en Buenos Aires.
Son Sebastián Andersen (voz), Camila Andersen (voz) Valentín Andersen (guitarras y voz). Máximo Andersen (teclado), Santiago Andersen (violín), Andrés Nör (bajo) y Julián Ropero (batería).
La propuesta del Plan es una poderosa mixtura de canciones rock con toques de funk, psicodelia, música celta y ritmos latinos. Sobre una sólida base rockera de guitarra bajo y batería, entrelazan arreglos de violín, acordeón, y sintetizadores que dan profundidad y riqueza al sonido. Las líricas son introspectivas y viajeras. Con calle y mística son tan eclécticas como la música, en una búsqueda integral que aborda las distintas facetas que propone el estar vivo.