Luego de la muy positiva incursión marplatense en el reciente Mundial de Lima, se abren numerosas puertas para una gran alternativa deportiva. La experiencia contada en primera persona por Matías Hondeville y Fernando Zurita.
La participación de Argentina en el segundo Campeonato Mundial de Pickleball de Lima, Perú, se concretó con un saldo claramente superior al de 2023, cuando se realizó el primer Mundial, también en la capital incaica.
Y también fue un certamen de mejor nivel de juego y con mayor cantidad de países participantes (25) con respecto a la cita del año pasado.
Al margen del Mundial propiamente dicho, en los días previos también se realizó un Torneo Abierto Internacional, generándose un clima muy particular en las muy buenas instalaciones de La Videna, el centro de alto rendimiento que fue epicentro de los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
En lo estrictamente referido a resultados, Argentina llegó hasta octavos de final,. tanto en la categoría Libres como en la categoría +50 años, las dos competencias que habilitó el Mundial. Lo positivo es que compitió siempre y el margen para crecer y mejorar es enorme. Porque más allá de la experiencia recogida, el aprendizaje resultó mayúsculo. Y la buena impresión que causaron los jugadores “albicelestes”, sobre todo la dupla masculina de libres, fue destacable.
Cuatro de los ocho integrantes del seleccionado argentino en el Mundial son marplatenses (las dos duplas masculinas), luego de ganar ese derecho en el selectivo de Los Cardales, en Pilar, en septiembre pasado.
Los cuatro marplatenses del seleccionado argentino durante la ceremonia inaugural en Lima.
Así, Marcelo Galati y Damián Figueroa (todavía no regresaron al país), en +50, y Matías Hondeville y Fernando Zurita, en libres, se sumaron a Andrea Rasú (vive en Fortaleza, Brasil, recibió el premio “Fair Play”) y Silvia Tommarello (Los Cardales) (+50), y Jesica Orselli y Belén Salvatierra (libres), representantes de Córdoba.
“Nos fuimos dando cuenta de un montón de cosas durante el torneo. La mentalidad es muy importante en un certamen de este tipo. Hay mucha presión. Y por suerte nos sentimos cómodos, con ganas de salir a comernos la cancha”, explicó Zurita, quien junto a Hondeville ganaron todos sus partidos de dobles masculinos.
El sistema de disputa tuvo un formato tan particular como interesante. La primera fase se dividió en zonas de cuatro equipos cada una, con enfrentamientos todos contra todos, en series de cuatro partidos, siempre en el mismo orden: dobles femenino, dobles masculino, y los dos dobles mixtos. En caso de igualdad en dos triunfos, se resolvía en una especie de “golden set”, con los cuatro integrantes jugando singles.
“Nosotros les ganamos a Bahamas, 4 a 0, a República Checa, 4 a 0, y perdimos con Perú, 3 a 1. Y en octavos de final nos cruzamos con China-Taipei, y perdimos 3-1. La diferencia la marcaron las mujeres, porque tanto las chinas como las peruanas eran muy buenas. De hecho, sorprendimos al ganarle a la dupla masculina de Perú, porque tanto los hombres como las mujeres que estaban en el seleccionado, son profesionales, viven de jugar al pickleball en el circuito en Estados Unidos”, contó Hondeville.
En la división Libres, el campeón fue Puerto Rico -derrotó en la final al local, Perú-, en tanto China-Taipei (cayó en semifinales con Perú) venció a Estados Unidos en el match por el tercer puesto. En +50, Estados Unidos se coronó campeón, tras derrotar en la final a Nueva Zelanda. Y Argentina perdió ante Perú, 3-2 en esa particular definición entre los cuatro integrantes del equipo jugando singles.
Por otro lado, y más allá de la participación los jugadores marplatenses destacaron la gestión del capitán, Fernando Piazzese. “Fue muy bueno su aporte. Nos incorporó cuestiones conceptuales muy importantes y así descubrimos que cada jugada tiene un sentido, una búsqueda. Y nos afianzamos jugando juntos”, reconoció Hondeville.
“La riqueza del trabajo del capitán estuvo en el análisis de cada uno. Como que nos sacó una radiografía de nuestras fortalezas y debilidades, y eso nos ayudó un montón”, agregó Zurita.
Sobre el incremento en el nivel de la competencia, Hondeville expresó que “había ocho o diez parejas excelentes. Puerto Rico, Perú, Brasil, México, Ecuador, India. Y nosotros estuvimos en ese nivel. El balance final es que estuvimos a la altura y nos fue súper bien contra tipos que se dedican a esto. Pero también sabemos que tenemos un montón de cosas por mejorar”.
Zurita también acotó al respecto: “El potencial del equipo argentino para continuar creciendo es muy bueno. Por el formato en que se juega, hay que apuntar a un equilibrio. Por ejemplo, India tenía un doble masculino muy bueno, pero no en femenino. Y no pasaron la fase de grupos. En cambio, las damas de China-Taipei, Perú y una de las mujeres de Puerto Rico, eran buenísimas”.
Participar en un Mundial, sea de la disciplina que sea, suele ser la coronación de un largo proceso. En el caso de los marplatenses fue algo diferente. Así lo explicó Hondeville: “Fue una experiencia increíble desde todo punto de vista. Lo hablamos antes de ir al selectivo en Los Cardales. Empezamos a jugar entre amigos, hace poco menos de un año, y de pronto clasificamos para el Mundial. Era impensado por donde lo miremos. A mí me cayó la ficha antes del desfile de delegaciones. Ahí te juntás con gente de otras culturas, otros idiomas. Y se te acercan, te preguntan cosas. Al ser parte de un evento de tal magnitud, te sentís como un profesional, al menos durante ocho días de tu vida. Te levantás, tenés todo organizado: a las 9, a desayunar; a las 10, a entrenar; a las 12, almorzamos; después hacemos ejercicios de flexiblidad; después trabajamos con los preparadores físicos. Vivimos para eso. Una muy linda irrealidad (risas)”.
“Nos dejó la motivación por las nubes, así que ya estamos esperando que llegue el año que viene. Volvimos con más conocimiento que no teníamos sobre un montón de cosas e incorporamos elementos que nos permiten tomar mejores decisiones dentro de la cancha. Sabemos que podemos mejorar mucho todavía”, indicó a su vez Zurita.
La organización del Mundial fue calificada como muy buena, por el estadio, las comodidades, las facilidades para los jugadores. Únicamente hubo algún reparo sobre los cruces de play-offs. “No nos enteramos contra quién jugábamos hasta las doce de la noche del día anterior. Eso no estuvo bien. Pero todo lo demás, fue 10 puntos”, reconocieron ambos.
Por último, Hondeville remarcó que “cuando les ganamos a los varones de Perú, nos empezaron a mirar de otra manera y a preguntarnos un montón de cosas sobre lo que hacíamos, los entrenamientos. No entendían nada cuando les decíamos que teníamos nuestros trabajos y que sólo jugábamos para divertirnos”.
“Dejamos una buena imagen, competimos de igual a igual y tenemos todo para crecer y evolucionar”, completó Zurita.
Para el año 2025, la Asociación Argentina planifica un circuito nacional, de no menos de seis etapas, que será clasificatorio para el Mundial, con posibilidades para muchos jugadores. Mar del Plata ya solicitó una de esas fechas. El pickleball intenta instalarse como una alternativa deportiva muy válida.