El inicio de la circunvalación supone un alivio para la jefa del Frente de Todos, cara visible del anuncio junto a Kicillof. El agradecimiento inusual del Presidente antes de bajarse de la reelección. Y el nuevo motivo por el que Montenegro no se define.
Por Ramiro Melucci
Fernanda Raverta acaba de sacarse un peso de encima. Una de las grandes obras de cuyo anuncio se había puesto al frente comenzó a ejecutarse la semana pasada. Implica un alivio para el Frente de Todos. Los meses más calientes del calendario electoral no lo sorprenderán con la circunvalación sin iniciar.
El miércoles, a través de una foto del gobernador Axel Kicillof con la directora ejecutiva de la Anses, el gobierno bonaerense informó la puesta en marcha de la esperada obra, clave para la Mar del Plata productiva. Para el gobernador tampoco es lo mismo hacer campaña en Mar del Plata con ese hito en marcha.
La obra había sido anticipada por Kicillof y Raverta en enero de 2022. La demora de los trámites administrativos para comenzarla era, hasta no hace mucho, insumo político del oficialismo vernáculo, que tampoco olvida otro de los grandes anuncios de la titular de la Anses: la construcción del espigón 9 del Puerto, aún sin financiamiento definido. En el caso de la circunvalación, la visión local fue decisiva en la definición del proyecto. El anterior prescindía de la conexión Puerto-Parque Industrial, que Raverta pidió priorizar.
La otra gran noticia de los últimos días para Mar del Plata la constituyó la restauración y reapertura de la Casa sobre el Arroyo. La presentó el presidente Alberto Fernández en un acto que reflejó el declive de su capital político. Ni el intendente Guillermo Montenegro ni Raverta oficiaron de anfitriones. El jefe comunal vio demorado su regreso de La Matanza, donde mantuvo un encuentro con el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni. En el corte de cintas lo reemplazó el senador Alejandro Rabinovich, uno de los más críticos de las gestiones nacional y provincial. La directora de la Anses optó por volverse a Buenos Aires después de haber compartido, un día antes, la agenda con Kicillof. Aplaudió la reapertura de la casa construida por Amancio Williams desde lejos, con un par de tuits en los que citó a los ministerios de Obras y Cultura de la Nación, no al primer mandatario.
En la antesala de su decisión de no ir por la reelección, Fernández se cobró la indiferencia con una actitud inusual, sin antecedentes en los últimos años. No le agradeció las gestiones para la obra ni al intendente ni a su principal rival. Destacó el rol de Magalí Marazzo, la directora del Museo Casa sobre el Arroyo. Estrella local del acto.
El Presidente y Magalí Marazzo, la directora del Museo Casa sobre el Arroyo, el jueves. Un día después, Alberto Fernández se bajó de la reelección.
El ex intendente Gustavo Pulti aprovechó la restauración para confirmar una tendencia: vuelve a asomar en los medios. El primer indicio lo dio con declaraciones en las que anticipó que Acción Marplatense “se está preparando para volver a gobernar”. El segundo lo ofreció la semana pasada, con un posteo en redes sociales en el que recordó la compra de la Casa del Puente durante su gestión, en 2011, y la reapertura de diciembre de 2012, después de 30 años. En modo electoral, lamentó que otras iniciativas, como la Policía Local y la Escuela de Arte y Oficios Digitales, hubieran tenido la misma suerte si no hubiesen sido discontinuadas.
Habría que prestar atención a lo que va diciendo sobre el armado electoral. “No tengo ninguna expectativa frentista porque no hay un programa de coincidencias en marcha”, deslizó, en obvia relación a un posible acuerdo con el Frente de Todos. Aun así no le cierra la puerta. “No hay que alterar los tiempos. Ahora es momento de escuchar a los vecinos”, repite.
También hizo una aparición fulgurante el ex intendente Daniel Katz. En su caso, sin ninguna intención de volver. Solo para reclamarle a Montenegro que blanquee su estrategia electoral. La única forma, dijo, de sepultar los rumores que lo presentan con diversas intenciones al mismo tiempo. Habló a título personal, pero se muestra convencido de que son muchos los que piensan como él.
El jefe comunal no se inmuta. Incluso cree que Kicillof le ha dado nuevos motivos para mantener el hermetismo. El gobernador dejó abierta la posibilidad de desdoblar las elecciones generales. Parece esperar, en principio, la definición electoral de Cristina Kirchner. Y la competitividad que tengan la o las fórmulas presidenciales que compitan por el Frente de Todos para determinar cuán larga será la boleta.
Cerca del intendente entienden que esa falta de certezas sobre el formato de las generales en la provincia impacta en la oposición bonaerense. Y que abre un nuevo escenario en búsqueda de una fórmula de consenso para competir contra Kicillof. ¿Alberga Montenegro alguna expectativa de integrarla? Nadie lo dice, pero en su entorno disfrutaron que durante dos semanas seguidas el gobernador lo haya elegido como rival.
Mientras mantiene su misterio, el intendente explora nuevas líneas discursivas. Por primera vez desde que gobierna la ciudad parece a gusto hablando de cuentas municipales. No porque antes se desinteresara de los números, sino porque ahora parece haber encontrado allí una veta que le importa a la sociedad y que le permite conectar con los eslóganes del macrismo.
En un anticipo del debate por las rendiciones de cuentas en el Concejo, destacó las “cuentas ordenadas” de la gestión. “El concepto que va a regir nuestro gobierno va a ser el de orden”, postuló unos días después Patricia Bullrich en el Foro Llao Llao. Montenegro agregó: “Podemos decir con orgullo que en Mar del Plata casi el 90% de los trabajadores se desempeñan en ámbitos privados y solo el 9% en el Estado”. Música para los admiradores de Javier Milei.
La oposición procura deshilachar el discurso oficial. Buscará hacerlo en el tratamiento de las rendiciones de cuentas, que comenzará el miércoles con la presencia del secretario de Hacienda, Germán Blanco, en la comisión homónima del Concejo. Pero no solo con eso.
Cerca del intendente entienden que la falta de certezas sobre el formato de las generales en la provincia impacta en la oposición bonaerense. Y que abre un nuevo escenario en búsqueda de una fórmula de consenso para competir contra Kicillof.
El bloque kirchnerista reveló la semana pasada que el Gobierno nacional le había cedido al municipio terrenos a ocho cuadras del CEMA. Fue después de que el oficialismo se quejara de que la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) no le contestara la solicitud de tierras para dos proyectos de salud: la construcción de policonsultorios para ampliar la atención del CEMA y la de un centro de atención para niños con trastornos del espectro autista.
La bancada opositora plantó así un interrogante: ¿en esas tierras cercanas al CEMA no tenía cabida ninguno de los proyectos de salud? Los concejales de Montenegro, que en un principio parecieron sorprendidos, aclararon que la AABE le dio esos terrenos al municipio para evitar que, como ya había sucedido antes, los tomaran. Y subrayaron que se llevaron a cabo los trabajos necesarios (la apertura de una calle, la limpieza del terreno, la incorporación de luminarias) para cumplir ese objetivo.
El kirchnerismo también puso en escena un expediente menor en la Comisión de Obras. La convalidación de un decreto de Montenegro que autorizó la construcción de un hostel en Chapadmalal. De acuerdo con los planos aprobados, debía ser de 353 metros cuadrados, pero el propietario construyó 111 metros de más. Virginia Sívori contrastó ese desajuste con el orden que pregona el intendente y votó negativo. El oficialista Fernando Muro lo consideró “irrelevante” ante el “diseño innovador y de altísima calidad” que supone el emprendimiento, “muy acorde a lo que propone la zona”. Le faltó acotar: lejos del proyecto agroecológico de Grabois.