A causa de la medida de fuerza permanece paralizada la carga de 240 contenedores en el puerto local. Los trabajadores protestan por los despidos y la "reestructuración" del organismo.
La medida de fuerza que desde hace varios días llevan adelante los trabajadores del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) contra los despidos y las reformas impulsadas en el organismo están impactando en la actividad de varias empresas marplatenses debido a la falta de controles oficiales en la producción, el transporte y la comercialización de alimentos.
A causa del paro, unos 240 contenedores permanecen en el puerto local a la espera del ingreso del buque Saturn perteneciente la naviera Mersk, el cual se se encuentra fondeado en la costa desde el martes pasado.
“El barco no ingresa porque al no haber controles del Senasa no hay quién dé el visto bueno para que toda esta mercadería se exporte“, le explicó a LA CAPITAL el director de la empresa Terminal de Contenedores 2, Emilio Bustamante.
Según dijo, el Saturn podría seguir disponible hasta “el viernes a la tarde” pero si para ese entonces la medida de fuerza continúa, lo más probable es que la embarcación se retire sin haber podido cumplir con las tareas de carga previstas.
“Estamos en medio de una situación dramática porque este conflicto está impidiendo que las empresas locales, fundamentalmente las del sector pesquero, puedan exportar y eso es muy grave para el país”, sostuvo Bustamante.
Según recordó, a causa del conflicto, el lunes pasado otro buque portacontenedores, el MSC Nita, se vio obligado a zarpar con la mitad de la carga prevista.
“Al igual que el Saturn, el Nita debía llevarse 240 contenedores pero apenas se pudo salir con 120 porque al no haber servicio sanitario que certificara que la mercadería es apta para el consumo humano no se pudieron consolidar los 120 restantes”, señaló.
En el puerto marplatense la medida de fuerza también impacta en la descarga de la materia prima, en especial entre los buques congeladores, debido a que su producción tampoco está siendo sometida a las inspecciones requeridas para su posterior comercialización.
“Lamentablemente esta situación está generando pérdidas muy importantes. El Senasa ofrece un muy buen servicio pero este conflicto está perjudicando a muchas empresas y personas y sería muy bueno que esto se pueda resolver cuanto antes”, reflexionó Bustamante.
El paro en el organismo se lleva adelante en todo el país por los más de 200 despidos dispuestos por el gobierno nacional, de los cuales al menos 7, tuvieron lugar en la delegación de Mar del Plata.
“Por el momento, debido a que estamos en temporada baja, no estamos sufriendo grandes dificultades, pero sin lugar a dudas esta situación nos preocupa“, le dijo por su parte a LA CAPITAL el titular de la Asociación de Productores Frutihortícuolas del Partido de General Pueyrredon, Ricardo Vilemiriovich.
Según explicó el dirigente, su actividad depende de los servicios de supervisión y control que el organismo brinda en las etapas de produccuión y de transporte.
“Si esos controles no se hacen como corresponde la mercadería no puede ser trasladada para su venta y en nuestro caso, al tratarse de bienes perecederos, estamos hablando de un potencial daño muy grave”, advirtió.
Según Vilemiriovich, circunstancialmente el conflicto se desató en un momento en el cual, por razones de estacionalidad, la mayoría de los productores de Mar del Plata y de la zona no disponen de grandes volúmenes de mercadería que requieran de las inspecciones del Senasa, como ocurre en otras regiones del país.
Por ejemplo en las provincias de Río Negro y Neuquén la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) advirtió que a causa del paro la exportación de peras y manzanas se encuentra interrumpida, lo que de continuar podría provocar pérdidas por unos 10 millones de dólares.
“Esta situación nos preocupa porque no conocemos exactamente qué es lo que está sucediendo. Sabemos que hay despidos pero oficialmente no hubo una comunicación seria que explique qué se pretende lograr con este tipo de medidas de supuesta reestructuración dentro de un organismo muy importante para quienes producimos alimentos”, indicó Vilemirovich.
Por su parte la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) Delegación Mar del Plata expresó a través de un comunicado su preocupación por “los despidos masivos en el Senasa, la readecuación de sus funciones y la privatización de servicios prestados”.
“La medidas implementadas por el Ministerio de Agroindustria de la Nación tiene efectos altamente negativos para el conjunto de nuestra comunidad. La pérdida de las fuentes laborales no sólo engrosa las filas de desocupados, con sus consecuencias sobre la dignidad y sustento de los despedidos, sino que resta capacidad de compra a un mercado interno altamente castigado por la inflación, los tarifazos y la precarización. Los comercios, industrias y prestadores de servicios pyme son la contracara damnificada por la caída de esta demanda”, señaló la institución.
Además denunció que “la refuncionalización esconde la trampa del achique de los servicios prestados por el ente, asociado con la tercerización de los mismos”.
Asimismo Apyme consideró que “la amplia actividad productiva local requiere imperiosamente” de “una política pública de acompañamiento” y reclamó la intervención del municipio para reclamar que el gobierno nacional dé marcha atrás con las conflictivas medidas implementadas en el Senasa.
“Es necesario garantizar los mecanismos de control que aseguren la inocuidad de los productos y subproductos de origen animal y vegetal, productos agroalimentarios, farmaco-veterinarios, agroquímicos y fertilizantes que se producen en la ciudad o ingresan a ella”, sostuvo la entidad.