El pedido de sesión especial realizado por el Frente de Todos (FdT) para tratar este lunes el proyecto sobre traspaso de la policía a la Ciudad de Buenos Aires y el inminente vencimiento de la modalidad de trabajo remoto, que Juntos por el Cambio (JxC) se niega a renovar, reavivaron los tironeos entre las dos principales bancadas de la Cámara baja, en la recta final de los debates ordinarios.
Cuando aún se mantenía la incertidumbre sobre si el Poder Ejecutivo prorrogaría las sesiones ordinarias o si convocaría a Extraordinarias -con temario propio-, el Frente de Todos presentó a última hora del viernes un pedido de sesión especial para debatir el proyecto sobre los fondos relacionados con el traspaso de la policía de la Nación a la Ciudad de Buenos Aires.
Fuentes de la alianza opositora expresaron su malestar por la convocatoria a debatir este lunes, en el último día del período ordinario de sesiones, en el que los diputados opositores perderían la chance de incluir los temas de su interés en el recinto hasta marzo del año próximo, en el caso de las iniciativas que mantengan estado parlamentario.
Hasta este lunes también está vigente el protocolo de sesiones mixtas (presencial y remota vía VPN) acordado en mayo último por los bloques de la Cámara y prorrogado en sucesivas ocasiones debido a la continuidad de la situación de emergencia por la pandemia.
El clima controversial ya se venía registrando desde meses atrás por el tratamiento del Presupuesto y del proyecto de Aporte Solidario y Extraordinario a las Grandes Fortunas, iniciativas resistidas por JxC.
Hacía adentro de la coalición opositora, fundamentalmente en el bloque PRO, se impone la idea de no aceptar más sesiones virtuales y de volver definitivamente a la presencialidad prepandemia.
Por estas horas, en la bancada que preside Cristian Ritondo, los denominados ‘duros’, que desde mayo vienen rechazando las sesiones mixtas, les pasan factura a los ‘conciliadores’ por haberle posibilitado al oficialismo llegar al escenario actual.
Este lunes se vislumbra una “jornada intensa” desde el mediodía, cuando está previsto que se reúnan todos los presidentes de bloque de la Cámara para fijar la agenda de trabajo de la sesión pedida para las 13.30 y para ver si se renueva el protocolo de sesiones mixtas.
Sobre este último punto, en el Frente de Todos manejan dos antecedentes favorables: el 1 de septiembre pasado se renovó el protocolo de sesiones mixtas sin la anuencia de Juntos por el Cambio, que luego judicializó la cuestión y tuvo un traspié en primera instancia; y, además, el Senado ya habilitó a través de un decreto de la Presidencia del cuerpo las sesiones remotas hasta marzo.
La principal bancada opositora quiere evitar que temas de la agenda inmediata, como la reforma a la fórmula de movilidad jubilatoria, el proyecto sobre el Ministerio Público Fiscal y la denominada reforma judicial, entre otros, se traten con el sistema de trabajo remoto.
A este complejo escenario se suma el debate del proyecto sobre Interrupción Voluntaria del Embarazo, que desde el sector que rechaza el texto buscan que se lleve a un recinto con una ‘mayor presencialidad’ ante lo ajustada que podría resultar la votación.
Para habilitar el debate de estos últimos temas se espera que el presidente Alberto Fernández envíe en los próximos días al Congreso el proyecto de convocatoria a sesiones Extraordinarias, con el detalle del temario correspondiente.