Operarios desarrollan los trabajos para reabrir el paso y garantizar la circulación vehicular hacia el barrio residencial Rocas Negras.
MIRAMAR (Corresponsal).- Un temporal acaecido el abril de este año arrasó por segunda vez en menos de un año el puente / badén costero utilizado como paso desde la zona principal de Mar del Sud hacia el barrio residencial “Rocas Negras” y tras varios meses de permanecer inutilizado el municipio encara un nueva reconstrucción.
Hubo que esperar bastante tiempo por diferentes circunstancias, una de ellas que bajase el intenso caudal del arroyo “La Tigra”, justamente el causal de las destrucciones.
Los últimos días se intensificaron diversos trabajos del personal municipal y se espera, si las condiciones climáticas lo permiten que el paso este oficialmente abierto para el próximo miércoles o jueves.
“Estamos realizando la recomposición del lecho central por lo que colocaron tres o cuatro hileras de caños con diámetro más grande para que la estructura soporte mejor la fuerza del agua. Se unió con hormigón todo así que esperamos observar mejores resultados que las anteriores oportunidades”, dijo a LA CAPITAL el secretario de Obras Públicas, Martín Scarpignato.
“Ya estamos en la etapa final de las tareas y esperemos verlo transitable a mitad de semana”, agregó el funcionario.
El badén fue inaugurado en diciembre de 2014 y pese a los tubos de drenaje colocados la altura de la calle 11, hubo cierta desconfianza de los habitantes marsureños que dudaban de su integridad debido al bajo nivel y el intenso caudal que trae el mencionado arroyo desde la zona serrana y rural en épocas de lluvias y temporales.
Dos caídas
Anteriormente, en la obra que estuvo encabezada por la Secretaría de Planificación, Ambiente y Obras del municipio de General Alvarado, fue colocada una carpeta asfáltica con protección en bordes para prevenir accidentes.
Personal del Ejército Argentino fue encargado de reforzar la estructura, al igual que otros puentes destruidos tras la grave inundación de la villa balnearia en 2014.
En agosto de 2017 un temporal y la abundante cantidad de precipitaciones produjeron la primera debacle. Luego, el paso fue arreglado hasta que nuevamente las últimas lluvias fomentaron una fuerza de agua incontrolable que destrozó la estructura.