El bloque detuvo el proceso de adoptar la elección directa de parlamentarios. La decisión fue "negociada" por los mandatarios de los cuatro países durante tres meses.
por Alejandro R. Otero y Noelia F. Aceituno
ASUNCIÓN, Paraguay.- El Mercado Común del Sur (Mercosur) cambió de rumbo esta semana y frenó su proceso de integración política al suspender la elección directa de los parlamentarios del bloque, con el argumento de ahorrar recursos económicos.
El anuncio, realizado en Asunción por el canciller paraguayo, Luis Alberto Castiglioni, supone un parón en el proceso político que iniciaron estos países en 1991, ya que, según dijo, no existe una “real urgencia” por abordar la modificación del Parlasur, para dotarlo de mayores competencias.
De esta manera, el bloque detiene el proceso de adoptar la elección directa de parlamentarios, cuya fecha límite se fijó en el 31 de diciembre de 2020, según acordó en 2014 el propio organismo.
La modificación no establece un nuevo límite para implementar ese tipo de elección, del que hasta ahora solo había tomado parte Paraguay, que envió sus primeros parlamentarios elegidos de forma directa en 2008, mientras que el resto de países miembros no tenían aún una legislación al respecto.
A pesar de que el canciller sostuvo que la decisión de los cuatro mercosurianos era avanzar hacia un mejor funcionamiento político del bloque, la realidad es que “ni siquiera hay un proyecto” para refundar el Parlasur, como reconoció Castiglioni.
La Cámara que salga de este proceso es, por el momento, “una eventualidad para el futuro” y ni siquiera están esbozadas sus competencias y atribuciones.
El canciller no aclaró si el hecho de querer un Parlasur “vinculante” implicaría la cesión de competencias nacionales a un parlamento supranacional y, por tanto, la pérdida de soberanía nacional.
Castiglioni argumentó que la decisión de los presidentes del bloque responde a que el Parlasur es un órgano “declarativo” cuyas decisiones no son vinculantes para sus integrantes, por lo que para ahorrar dinero sustituirán a los conocidos como “parlasurianos” por diputados o senadores integrantes de los congresos nacionales.
Aseguró que el funcionamiento del organismo no se verá afectado y que los representantes no cobrarán más extras a los incluidos en sus salarios fijados por las Cámaras legislativas de cada país.
Hasta ahora, el reglamento de la Cámara del Mercosur consideraba una incompatibilidad esa coincidencia y no permitía que los legisladores nacionales representaran a su país ante el bloque del sur.
Según explicó Castiglioni, la decisión fue “negociada” por los mandatarios de los cuatro países durante tres meses, aunque la idea inicial surgió del presidente argentino, Mauricio Macri, que buscaba librarse del gasto que supondría tener que concurrir también con candidatos al Parlamento del Mercusur en los comicios generales que celebrará Argentina el próximo octubre.
El argumento del ahorro fue el que sostuvo el eje discursivo de Castiglioni cuando realizó el anuncio, aunque reconoció que su país dejará de gastar apenas 4 millones de dólares por esa vía.
Dinero que no regresará a las arcas del Estado hasta 2023, cuando finalicen su mandato los actuales parlamentarios regionales paraguayos, elegidos en 2018, ya que sus derechos adquiridos se mantienen intactos.
El nuevo acuerdo reduce el Mercosur a la integración comercial y deja en el aire el avance hacia una mayor convergencia política en un momento en el que los países miembros, salvo Uruguay, han cambiado su signo político.
El último, Brasil, cuyo mandatario, el ultraderechista Jair Bolsonaro, afirmó tras ser elegido en octubre pasado su intención de reducir el peso del Mercosur.
Sin embargo, el bloque económico del Cono Sur continúa negociando acuerdos de libre comercio con distintas regiones del mundo, entre ellas Canadá, Singapur, Corea del Sur o la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por sus siglas en inglés).
También negocia un acuerdo comercial y político con la Unión Europea, aunque las conversaciones permanecen encalladas en asuntos relacionados con los sectores agropecuario, automotriz y lácteo, así como en las en diferencias entre ambos bloques sobre el acceso a los mercados de esos productos.
Ese tratado comenzó a negociarse hace dos décadas y está pendiente de las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán en mayo de este año y que podrían saldarse con un aumento de eurodiputados contrarios a la integración europea.
EFE.