Ivan Guerrero es entrenador de básquetbol, se anotó como voluntario para el Mundial y le asignaron acompañar a la delegación argentina durante los entrenamientos en Doha.
Ivan Guerrero cumplirá el sueño de cualquier amante del deporte, fanático del fútbol y admirador de Lionel Messi. El marplatense de 28 años que se desempeña como entrenador de básquetbol del seleccionado femenino de Qatar, fue elegido para acompañar a “La Scaloneta” durante los entrenamientos en el Mundial 2022.
“Estoy cumpliendo un sueño que nunca hubiera imaginado”, expresó el afortunado horas antes de tomar contacto con Messi, Di María, “Dibu” Martínez y compañía.
Ivan Guerrero jugó al básquetbol en Peñarol hasta que en su etapa de Juveniles sufrió una lesión en el tobillo. Motivo por el cual a una corta edad fue tentado para iniciar la carrera de entrenador. Se inició en las categorías menores, hizo el curso de ENEBA y dirigió a la división superior femenina del “milrayitas”.
En 2017, con 23 años, vivió su primera “aventura” en el exterior como asistente de un entrenador español en Selfoss de Islandia, lo que significó su primera experiencia profesional.
Luego volvió a la ciudad y, en agosto de 2020 (en plena pandemia), tuvo otro sorpresivo ofrecimiento: hacerse cargo de un proyecto de divisiones formativas y ser asistente del equipo principal del Svendborg Rabbits de Dinamarca, donde permaneció hasta principios de este año.
En enero estaba de vacaciones con la idea de regresar a Argentina para terminar la carrera de Medicina (le quedan dos años), cuando un llamado telefónico le abrió la puerta de otro destino seductor: Qatar. “Mi representante me contó sobre la posibilidad de dirigir la selección femenina de ese país. Si bien era un salto para mi carrera, lo primero que se me cruzó por la cabeza fue el Mundial. Y Messi, claro. Me gusta mucho el fútbol y era cumplir un sueño estar acá“, contó Guerrero.
“Les gustaba mi currículum, pero el problema era que no estaban seguros de la edad porque soy joven. Sin embargo, el 26 de febrero me llegó la oferta de trabajo, la acepté y el 10 de mayo llegué a Qatar“, explicó sobre cómo accedió a su actual trabajo. Poder ver el Mundial como espectador ya era algo muy grande. Pero todavía mejor era la oportunidad que le iba a surgir.
En una charla con una amiga filipina que también reside en Qatar, Ivan se enteró que estaba abierta una convocatoria para ser voluntario durante el Mundial. “Había todo tipo de trabajos. Me anoté, fui a la entrevista y expliqué que lo que más me interesaba era estar en contacto con jugadores y el cuerpo técnico. Como entrenador, aplicaba para ese tipo de puesto“, razonó. “Al mes me confirmaron que iba a estar en entrenamientos con un seleccionado, pero no me dijeron cuál. Yo supuse que era de un país hispanohablante”, prosiguió.
Sin embargo, la ilusión se desvaneció cuando le dieron la fecha de los ensayos para cumplir esa función: el 15 de octubre. Durante todo ese mes, el marplatense tenía planificado un viaje a Argentina para ver a sus seres queridos. “Avisé que no iba a poder estar y me dijeron que podía perderme la chance. De hecho, yo ya había descartado lo del voluntariado“, admitió.
Sin embargo, el mismo día que regresó a Qatar (31 de octubre) recibió un llamado que lo dejó perplejo. “Me sonó el teléfono, se presentaron y me preguntaron en inglés si seguía interesado. Obviamente dije que sí, seguimos hablando, hasta que durante la charla me doy cuenta que esta persona es un argentino. Seguimos la conversación en español y me confirmó que tenía el puesto para estar en los entrenamientos con la Selección Argentina“, contó.
“Nunca vi a Messi ni siquiera jugar en vivo y ahora lo voy a tener a pasitos de distancia. Una locura”, dijo sobre las sensaciones tras recibir la noticia.
Ivan Guerrero permanecerá seis horas diarias en la Universidad de Qatar, donde se desarrollarán los entrenamientos de la Selección Argentina en Doha.
“La función primaria es preparar el lugar en el que se van a desarrollar las prácticas. Tenemos que llegar dos horas antes del inicio. Después nos quedamos ahí por si pasa algo o si los integrantes de la delegación tienen alguna necesidad. Y permanecemos un rato más después de la finalización. Son seis horas diarias de trabajo. Somos el nexo de la Selección con la FIFA. Hay otro argentino que cumple la misma labor”, detalló. Y aclaró: “Tenemos un contrato de confidencialidad por el que no podemos decir nada de lo que suceda ahí adentro. Además, yo soy entrenador y entiendo de qué va la cosa, porque los jugadores no quieren que los molesten en medio de un Mundial. Obviamente no voy a estar pidiendo que me firmen una camiseta o una foto. Con escuchar a los jugadores, ver cómo se maneja el cuerpo técnico, ya es un montón. Me servirá para mi carrera“, aseguró.
Y, por último, dijo que sus amigos de la infancia, los del colegio San Agustín, “todos muy futboleros”, le dijeron que es “el tipo más afortunado del mundo“. No es para menos. Estará junto a los campeones de América en un momento tan especial como un Mundial de fútbol. El último de Messi. Un verdadero privilegio.