Fue en 1974 y la ganó Horacio Tettamanti, ingeniero naval radicado en Mar del Plata. "Fue la experiencia más linda de mi vida", definió.
La primera regata que se corrió en las islas Malvinas, en marzo de 1974, la ganó un argentino: Horacio Tettamanti, ingeniero naval afincado desde hace 20 años en Mar del Plata. La excursión marítima formó parte del operativo “El mar nos une”, ideado durante la presidencia de Juan Domingo Perón como camino inicial para recuperar la soberanía de ese territorio austral.
“Ya se había dado un primer gran paso geopolítico con la firma de tratado del Rio de la Plata que clausuraba un conflicto de mucho tiempo con Uruguay. Inmediatamente se abordó el tema Malvinas y habían avanzado para la recuperación de la soberanía”, explicó Horacio Tettamanti.
Así fue que llegó hasta las islas el buque de transporte naval “Bahía Buen Suceso” y desembarcó en Puerto Argentino cuatro veleros clase “grumete” del Club Universitario Buenos Aires (CUBA). Las embarcaciones dieron vida a las regatas y después sirvieron de barco-escuelas para que los chicos de las islas aprendieran a navegar a vela.
El “Santa Cruz” era timoneando por Tettamanti y tripulado por Martín Bond, junto a dos isleños, y ganó “la primera regata, la más larga y la más importante”. Luego se corrieron tres más. Al terminar la competencia, los veleros fueron donados a las islas.
El ex funcionario, que en aquel entonces tenia 19 años, contó que “viví la camaradería con los pobladores, de hecho después de las regatas nos quedamos casi un mes y les enseñamos a navegar a vela a los chicos de la escuela primaria y secundaria”.
“Geopolíticamente -analizó- fue una etapa muy importante, de mucho avance, pero después vino el golpe y la barbarie.
Cuando terminó el operativo volvimos orgullosos y sabíamos que la recuperación estaba cerca, pero después se retrocedió. Había otro camino en marcha y debió haber seguido”.
Tettamanti aseguró que se trató de “la experiencia más linda de mi vida” y lamentó no haber seguido por esa senda con la idea de la recuperación, antes de que “todo se vaya por la borda”.