El banco estadounidense llegó a encabezar la compra de deuda argentina en 2017 por unos 2.380 millones de dólares.
La banca estadounidense JP Morgan decidió retirarse de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires tras tres años de hacer uso de su licencia y a pocos días de las elecciones presidenciales.
Pocos días antes de que más de 33 millones de argentinos vayan a las urnas a elegir un nuevo Gobierno, el JP Morgan devolvió su licencia para operar en el mercado local, a través de una carta enviada a la Comisión Nacional de Valores (CNV) en la que el banco se dio de baja como agente de Bolsa.
La licencia había sido abierta a comienzos de 2016 para operar en lo que se preveía era un mercado de capitales expansivo y en crecimiento tanto en volumen como en ganancias generalizadas, informó el diario Ambito Financiero.
El JP Morgan llegó a la Argentina atraído por el “modelo” propuesto por Mauricio Macri e incluso el banco pionero de Nueva York llegó a encabezar la compra de deuda argentina en 2017 por unos 2.380 millones de dólares.
En 2016, en su llegada, se esperaba una espiralización del interés local y mundial por apostar por las ofertas que teóricamente se multiplicarían ante un país que, de la mano del nuevo gobierno, volvería al capitalismo luego de la experiencia populista, especialmente luego de los últimos cuatro años de gestión de Cristina Fernández de Kirchner.
Pero la realidad no fue la proyectada por el banco estadounidense que ahora decidió irse en medio de una extensa recesión económica y crisis financiera devenida por la escasez de divisas para hacer frente a los pagos de deuda externa.
Según informó el matutino, el JP Morgan decidió salir del país por el muy bajo nivel de operaciones en el mercado de capitales argentinos y la poca certeza que este se pueda recuperar en el mediano plazo.
Asimismo, motivó la salida cierta desconfianza ante lo que pueda avanzar un eventual próximo gobierno del Frente de Todos, sobre todo para lo que tiene que ver con los negocios financieros en Argentina en general.
Si bien era una casa de operaciones que prácticamente no estaba en uso, la renuncia a operar y la entrega de la licencia marcan, de alguna manera, un fin de época.