Para Gustavo Sierra, periodista y autor del libro "Los chicos del Isis", esa organización "seguirá creciendo y expandiéndose por el mundo", subrayando que "tal vez, pierdan su territorio en Siria e Irak pero se harán fuertes en otras zonas y sus células intentarán atacar en Europa y Estados Unidos"
Por Marcelo Pasetti
twitter @marcelopasetti
El periodista y escritor Gustavo Sierra, corresponsal que cubrió las guerras de Afganistán e Irak, acaba de publicar un documentado libro sobre el reclutamiento de jóvenes por parte del Estado Islámico para combatir en la “guerra santa”. En una extensa charla con LA CAPITAL, el autor de “Los chicos del Isis” asegura que el propósito de esa organización “es crear el terror y los videos su mejor arma de propagación de ese terror. Son maestros en el arte de la propaganda y manejan en forma magistral las redes sociales”, resaltó. Pero además, Sierra está convencido que el Isis seguirá creciendo, “y sus células intentarán atacar en Europa y Estados Unidos”.
Con crudeza, se recogen los testimonios de madres desesperadas que no terminan de comprender cómo sus hijos optaron por incorporarse a este grupo terrorista.
“Estos chicos, creen que la respuesta es el Isis como muchos otros se lanzaron a combatir para diferentes bandos en guerras como la Civil Española o la Segunda Guerra”, puntualiza Sierra y añade que son, en su mayoría, jóvenes que “nunca se integraron a sus países, a sus comunidades. Y, también una mayoría, son adolescentes con problemas de integración familiar, escolar y social”.
-¿Cómo nació la idea de escribir “Los chicos del Isis?
-El tema del terrorismo lo sigo con intensidad desde el 11/S. Y el fenómeno del Isis lo conozco desde que aparecieron. Y como relato en el libro, conocí a algunos de los ex agentes de inteligencia del régimen saddamista que terminaron siendo líderes del Isis.
-Hay muchos testimonios y un trabajo importante de investigación. ¿Cuánto tiempo le demoró armarlo?
-Sigo un tema por años y en un momento decido que tengo que sentarme a escribir. Tenía muchos materiales recopilados, todos los materiales de cuando había estado en la frontera siria y cuando tuve los testimonios de la madres de los chicos que se habían enrolado en el Isis, decidió comenzar con el libro. Lo escribí en cuatro o cinco meses.
La falta de utopías
-Señala en el libro que hay 30 mil extranjeros en las filas del Estado Islámico ¿Cómo se divide la procedencia de los mismos?
La gran mayoría son de los países árabes. Y unos 6.000 provienen de Europa. El resto, de todo el mundo.
-¿Qué puede tener en común un joven criado y educado en algún país latinoamericano con un joven radicalizado iraní?
-La misma falta de “utopía”, de “pertenecer”, de ser algo más allá de lo que sea. Esa búsqueda es parte de la adolescencia y la juventud, más allá de la razas, los idiomas o las fronteras. Estos chicos, creen que la respuesta es el Isis como muchos otros se lanzaron a combatir para diferentes bandos en guerras como la Civil Española o la Segunda Guerra. Obviamente que las motivaciones no son comparables, una era la lucha por la libertad, por los derechos humanos; la otra, es una lucha por el terror y la muerte. Pero la motivación para enrolarse es similar.
-En cuanto a la captación, en sus primeros pasos, parece aplicarse una metodología similar a las de las sectas…
-Sí, es muy parecida. Las madres de los chicos la describen así. Por eso es tan difícil combatirlos. Están absolutamente convencidos, fanatizados, drogados por la creencia de que ya nada van a conseguir en esta vida y que todo lo obtendrán en el más allá.
-¿Por qué considera usted que se radicalizan estos jóvenes?
-Tenemos que regresar al tema de la búsqueda de “pertenecer”. Son, en su mayoría chicos que nunca se integraron a sus países, a sus comunidades. Y, también una mayoría, son adolescentes con problemas de integración familiar, escolar y social.
-¿Qué está sucediendo en las grandes capitales del mundo para que haya tantos jóvenes aptos para ser reclutados por estas organizaciones terroristas?
-Segregan a los hijos de los inmigrantes y, evidentemente, no supieron integrarlos.
-Son numerosos los testimonios de madres que vieron como un día sus hijos partieron para reclutarse en el Isis. Incluso hay casos de chicos que eran monaguillos que terminaron combatiendo. ¿Cómo hacen esas madres para, en medio del dolor, comprender o entender estas decisiones?
-Quieren a sus hijos, como cualquier madre, por encima de sus terribles decisiones.
-Usted relata en el libro aspectos referidos al Manual de la buena yihadista y se señala que es legal casarse a los 9 años. Sin embargo, sorprende lo que escribe referente a la esclavitud. ¿En qué consiste? ¿Por qué se habla tan poco de ello?
-El Estado Islámico, o Daesh en árabe, cree que los sunitas son superiores a otros pueblos y credos. Sus principales enemigos son los que, según ellos, se desviaron de “la fe correcta”. Y en esa categoría entran los musulmanes de alguna otra rama como los shiítas, obviamente los que no profesan el islamismo como los cristianos o los hazidies, que son creyentes de una fe que combina el antiguo Zaratustrismo con el islamismo shiíta. Cuando el Isis conquistó el territorio de los hazidies puso en práctica esa “superioridad” y comenzaron una limpieza étnica, matando a los hombres y esclavizando a sus mujeres. Hay miles de chicas yazidies esclavizadas sexualmente en el territorio del califato. Y también sabemos que el líder Al Baradhei mantuvo como esclava sexual a una chica estadounidense que había sido secuestrada.
Maestros de la propaganda
-Las ejecuciones, las decapitaciones de Isis generan impacto internacional. Usted refiere que “esos videos son el arma más letal que tienen los yihadistas”. ¿Por qué?
-El propósito del Isis es crear el terror y los videos su mejor arma de propagación de ese terror. Son maestros en el arte de la propaganda y manejan en forma magistral las redes sociales. A través de esos videos y esas imágenes logran reclutar a muchos chicos que creen que esa es una manera de “vengarse” de todo los males de Occidente que ellos han tenido que padecer en sus barrios segregados o por sentirse insatisfechos con sus vidas.
-¿Cuales fueron los actos de decapitación más impactantes?
-Los que mostraron las decapitaciones de los periodistas estadounidenses secuestrados y la de un trabajador social japonés.
-Otra cosa que queda en claro tras leer su libro es que el Estado Islámico maneja casi a la perfección las redes sociales…
-Sí, como ya comenté, son maestros. Tienen equipos muy profesionales trabajando para ellos. Algunas decapitaciones las filman con varias cámaras y logran una edición digna de una película de Hollywood.
-Como en toda organización, existen casos de corrupción fuera de las estructuras dirigenciales. ¿Cuales son los negocios “extras” que manejan algunos de sus integrantes?
Manejan millones de dólares de la exportación de petróleo, el pago compulsivo de impuestos de todo tipo y las coimas que sus milicianos cobran por cualquier actividad comercial que alguien quiera emprender en su territorio.
-¿Hay argentinos reclutados? ¿Conoce alguna historia?
-Los servicios secretos británicos aseguran que 23 argentinos murieron allí en ese territorio pero no da precisiones sobre quiénes son esas personas. Es probable que alguno de ellos haya combatido con el Isis. Se sabe de un reclutador para la organización en España y una fuente diplomática logró reconocer a un miliciano del Isis que participaba de un intercambio de prisioneros por su acento porteño. Dijo ser del barrio porteño de Caballito.
-¿Puede neutralizarse el poder del Isis en el corto plazo o considera que seguirá creciendo?
-Seguirán creciendo y expandiéndose por el mundo. Tal vez, pierdan su territorio en Siria e Irak pero se harán fuertes en otras zonas y sus células intentarán atacar en Europa y Estados Unidos.
-¿Ante los jóvenes dispuestos a inmolarse, qué es lo que les prometen?
-Una vida eterna en el paraíso al que llegarán en caballos alados y donde los esperan 70 vírgenes.