La nueva tecnología permitirá juntarnos con familia o amigos, pero también trabajar. Un cardiocirujano en Bariloche podría realizar una cirugía a corazón abierto a un paciente en Sidney usando robots de precisión y Realidad Virtual.
Por Alejandro Melamed
Muy posiblemente encontremos tantas definiciones de metaverso como autores a los que consultemos. Según un muy completo reporte de inteligencia publicado por Wunderman Thompson, es ese ecosistema en el que convergen nuestras vidas digitales y físicas, donde la creatividad es ilimitada y los mundos que desafían la ubicación unen a las personas. Una simulación generada por tecnología en un espacio 3D donde los usuarios pueden interactuar. Es una extensión de nuestras vidas físicas al ámbito digital en el que gemelo virtual puede realizar todo tipo de actividades en ese mundo virtual. Es una representación digital del mundo físico y un continuo de tiempo y espacio. Es el lugar en el que nuestra “persona física” y la “persona digital” se vuelven una realidad unificada. Lo que sucede en uno afecta al otro y viceversa. No es una película, es lo que vendría.
Tendremos múltiples dispositivos y tecnologías en sincronía: inteligencia artificial (IA) realidad aumentada (RA), realidad virtual (RV), juegos, machine learning, blockchain, criptomonedas, hologramas, anteojos de RA, guantes táctiles, cascos y sensores hasta las heladeras o lavarropas que nos ayudarán a aumentar nuestra capacidad para interactuar y avanzar. Podremos juntarnos con familia o amigos, trabajar, hacer actividades deportivas, jugar, ir a un recital, aprender, comprar, asistir a eventos, crear y vender arte digital y, además, ganar dinero.
Una buena manera de sintetizarlo es el neologismo “figital”, lo físico y lo digital unificado en una misma experiencia.
Neal Stephenson acuñó la palabra en 1992 en su novela de ciencia ficción Snowcrash. Lo visualizaba como un sucesor de Internet, basado en la RV. Y en ese mundo virtual, las personas utilizan sus propios avatares para poder explorar ese mundo digital y poder escaparse del mismo. No solo eso, sino que posiciona a los gobiernos cediendo su poder -y hasta el propio territorio- a grandes corporaciones. Cabe destacar que el propio Stephenson – un auténtico visionario- hoy a sus 62 años se desempeña como “gerente del futuro” de una empresa de RV que está desarrollando soluciones para…el metaverso.
Pensemos en una imagen para sintetizarlo: supongamos un mundo en el que podamos tener una conversación en la playa con colegas, tomar notas de reuniones mientras flotamos por una estación espacial o teletransportarnos desde una oficina en Buenos Aires a Nueva York, todo sin salir por la puerta. Podemos enviar a nuestro gemelo digital con IA habilitada para que nos quite la excesiva carga. O bien, un cardiocirujano en Bariloche realizando una cirugía a corazón abierto a un paciente en Sidney usando robots de precisión y RV, basándose en redes 5G confiables y un robot de precisión en el hospital de Sidney.
Si bien está dando sus primeros pasos, ya se ha convertido en una gran oportunidad de negocio – estimada en miles de millones de dólares-, con titanes tanto de la tecnología como de los juegos como Meta (anteriormente Facebook), Microsoft y Roblox poniendo su foco, creando sus propios mundos virtuales, metaversos y compañías como Nike o Coca-Cola creando productos o publicidades.
¿Cómo impactará en el mundo del trabajo? Basados en los análisis presentados por el consultor en economía y tecnología Mark Purdy podemos proyectar su repercusión en diferentes planos. Algunos de ellos:
Nuevas empresas, nuevos empleos: hoy hablamos de empresas nativas digitales, probablemente en un tiempo hablemos de empresas nativas del metaverso, enteramente concebidas y desarrolladas en el mundo virtual con todo su talento requerido.
Nuevos trabajos, funciones y perfiles: desarrolladores de mundos virtuales , ingenieros de nuevas tecnologías, diseñadores gráficos multidimensionales y de conversaciones de avatares, especialistas en nuevos sistemas de telecomunicaciones, expertos en nuevas problemáticas de ciberseguridad, agentes de viaje para holoportar a través de mundos virtuales, gestores de activos digitales, entre muchos otros. Las compensaciones podrían realizarse en criptomonedas
Nuevos colegas digitales con IA: bots muy realistas, impulsados por RA y parecidos a los humanos. Podrían realizar gran parte del trabajo rutinario, pesado, peligroso o poco higiénico y liberar a los humanos para las tareas creativas, que requieren empatía, sentido común, responsabilidad y con alto valor agregado
Programas de inducción: presentar a todos los compañeros de manera virtual, en cualquier momento y cualquier lugar del mundo, muy velozmente
Disminución de viajes: el traslado virtual generará múltiples opciones, sin necesidad de moverse, con ahorros significativos
Trabajo en equipo y colaboración inmersiva: múltiples y novedosos mecanismos de interacción, sin necesidad de traslados
Desarrollo de la cultura a distancia: conectando a todos los integrantes del ecosistema, aún a la distancia, con dispositivos disruptivos
Realización de múltiples tareas de manera más simple y veloz: entrar y salir de las oficinas virtuales en tiempo real, hacer una presentación en directo desde cualquier lugar del mundo, relajarse con los compañeros en una sala de bienestar, pasear por un nuevo mercado o una exposición con un avatar
Mejora del bienestar: medicina predictiva, espacios de descanso, medición en tiempo real, nuevos formas de recreación y actividad física
Innovación: nuevas posibilidades, introduciendo elementos de aventura, espontaneidad o sorpresa, interactuando en una playa, un crucero o incluso en otro mundo
Presencia de las emociones: posiblemente sean la próxima frontera en el metaverso. Ya se están diseñando seres digitales realistas y sensibles que podrían tener funciones de lo más diversas, incluyendo todos los sentidos
Aprendizaje acelerado: podría revolucionar el desarrollo de habilidades, reduciendo drásticamente el tiempo necesario para adquirir nuevas competencias. Con la RV y RA más las tecnologías de juego se podrá formarse mucho mejor en cada actividad, desde cocinar hasta cuidados intensivos
Procesos de fabricación: permitirá la resolución de problemas y el diseño en tiempo real. De hecho, Boeing ya ha anunciado que construirá su próximo avión en el metaverso.
Nuevos desafíos: una cantidad de temas normativos y de cumplimiento, políticas de Recursos Humanos, marco jurídico, impositivo, de protección social hasta los posibles riesgos de adicción o comportamientos inaceptables como el acoso y abuso en el mundo virtual. Ya se ha reportado el primer caso de acosos sexual en el metaverso
Hay cuatro aspectos que debemos considerar:
1 Será clave la ética con la que se desarrolle y utilice, el cuidado de la privacidad, prevenir los riesgos de ciberseguridad y avanzar rápidamente en la educación apropiada para todos
2 La velocidad de adopción será clave. Las organizaciones -especialmente las grandes empresas- tendrán que actuar rápidamente para mantenerse actualizadas con las tecnologías disruptivas. De lo contrario, se arriesgarán a verse superadas por competidores más ágiles
3 Solo tendrá éxito si se implementa como una herramienta para mejorar e incrementar el compromiso y la experiencia del colaborador, no para seguir impulsando la supervisión y el control.
4 Debe alinearse con todas las experiencias virtuales que los trabajadores, especialmente los más jóvenes, esperan de ese tipo de tecnología en sus vidas, tanto como consumidores como en los espacios sociales y recreativos.
Hace 30 años, la noción de metaverso era solo un novela de ciencia a ficción. Ya en nuestros días se está convirtiendo en un escenario probable, y que se empieza a hacer realidad en algunas áreas. Muy posiblemente en poco tiempo se vaya concretando de manera más expandida y lo naturalicemos. Ojalá tengamos el talento, la ética y la responsabilidad para humanizar cada vez más a la tecnología y poder disfrutar, todos, de un mundo mucho más justo, equitativo y saludable. Que se convierta en una obra sana, cuidada, inclusiva y creativa, en la que todo fluye con equidad y armonía. ¡Y ello sí que no es cuento!
*Alejandro Melamed es Doctor en Ciencias Económicas (UBA), speaker internacional y consultor disruptivo. Autor de varios libros, entre ellos Tiempos para valientes (2020), Diseña tu cambio (2019) y El futuro del trabajo y el trabajo del futuro (2017).