Policiales

El hijo del contador que acribilló a un ladrón actuó según la ley y fue sobreseído

Así lo entendió la jueza de garantías Lucrecia Bustos y rechazó, con su fallo, el pedido del fiscal Fernando Castro de elevar la causa a juicio. Fundamente fue el aporte de peritos para entender porqué Santiago Chifflet no se excedió en su legítima defensa pese a que le efectuó dos disparos en la cabeza al ladrón cuando éste ya había sufrido siete impactos de bala.

Santiago Chifflet, que acribilló a un ladrón para defender a su padre de un intento de asalto en junio del año pasado, fue sobreseído por la Justicia de Mar del Plata al considerar que actuó en el marco de la legítima defensa.

La jueza Lucrecia Bustos, del juzgados de garantías N°6, contradijo así al fiscal Fernando Castro que había pedido llevar a juicio al joven al entender que había rematado al ladrón Juan Gabriel Gómez cuando éste ya estaba sin posibilidades de defenderse, con otros siete disparos en su cuerpo.

Para la jueza, “tanto los testigos, el imputado, como los peritos y las filmaciones, demuestran -a diferencia de lo que entiende el Fiscal- que Gomez continuaba resultando una amenaza hasta que recibió el último disparo, de modo tal que la conducta del imputado no excedió los límites de la justificación. En atención a lo expuesto, y no vislumbrando que la realización del debate permita arribar a una decisión distinta, corresponde hacer lugar al sobreseimiento requerido en orden al delito de Homicidio agravado por el uso de arma de fuego”.

La solicitud de sobreseimiento la había realizado el defensor de Chifflet, el ex juez Aldo Carnevale, quien logró incorporar a la causa el testimonio del experto en ciencia forense, el comisario mayor Hernán Gacio. El ex jefe de la policía Científica de Mar del Plata y ahora a cargo de la Dirección Regional de esa dependencia explicó que, tras presenciar la escena del crimen y las grabaciones de video (“los videos los vi innumerables cantidad de veces, hasta en los medios, específicamente en la página del Diario La Capital”) concluyó que “la pistola impresiona que no solo la posee correctamente empuñada sino que también posee un dedo de accionamiento sobre la cola del disparador”.

Vale recordar que el padre del imputado, el contador Pablo  Chifflet, llegaba en la mañana del 18 de junio a su oficina de Matheu al 2900 a bordo de su camioneta. En otro vehículo lo hacía su hijo Santiago, quien entre sus prendas de vestir llevaba una pistola calibre Bersa 380 sin el cargador, que guardaba en otro bolsillo. En ese momento el delincuente de frondoso prontuario en Necochea, Juan Gabriel Gómez (38) se acercó al contador y tras encañonarlo con un arma calibre 45 le exigió la entrega de la llave de la camioneta.

Fue en ese momento que Santiago Chifflet, quien ya estaba sobre el umbral de ingreso a la oficina, cargó el arma y salió en defensa de su padre. Realizó siete disparos que impactaron en distintas partes del cuerpo de Gómez y, cuando éste cayó, regresó y lo remató de otros dos disparos en la cabeza.

Para el fiscal Castro los dos últimos tiros fueron realizados con Gómez ya neutralizado e impedido de seguir siendo una amenaza. Sin embargo, los peritos confrontaron esa hipótesis y también el relato concordante del imputado y del contador, si bien estos testimonios son naturalmente desincriminatorios.

La jueza Bustos resolvió, por lo tanto, sobreseer a Chifflet del delito de homicidio y de la vinculada figura de la portación ilegal de arma de fuego. Si bien el imputado no tenía autorización para portarla, se le creyó que la llevaba descargada y que solo la puso activa para defender a su padre. Que ni antes, ni después de esa secuencia de 14 segundos, se comprobó que la hubiera portado en condiciones de disparo.

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