Pablo Lázaro se entrevistó con el intendente Reino. “La masonería es una institución formadora de personas”, indicó sobre esa logia de gran repercusión en la historia de la ciudad.
BALCARCE (Corresponsal).- El presidente de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, Pablo Lázaro, visitó Balcarce junto con la Gran Maestra de la Gran Logia Femenina, María Elena Castillo. Fueron recibidos por el intendente Esteban Reino en el marco de un encuentro desarrollado en el palacio comunal, aprovecharon para reunirse con miembros de la histórica logia local “General Balcarce N° 173” y efectuaron una serie de actividades institucionales.
“Llegamos a Balcarce con mucha expectativa. Se trata de un lugar donde la masonería tuvo una actividad muy fuerte a lo largo de la historia, con referentes que han dejado un legado para la comunidad”, explicó Lázaro.
La llegada a la ciudad tuvo el objetivo de colocar la piedra fundacional del nuevo templo de la masonería local. “La masonería se ocupa del aquí y ahora: se trata de una institución formadora de personas. Por eso, nos llena de esperanza ver jóvenes dispuestos a debatir, sobre todo, lo que tienen en común, dejando de lado los atributos que los separan”, indicó.
El masón contó que a lo largo de la historia la institución se convirtió en un espacio en el que confluyen personas de diversas razas, credos y profesiones con el fin de “obtener un sitio donde incorporar conocimiento y difundir valores”. En ese marco, lo hacen bajo las banderas de tres valores universales: “Libertad, igualdad y fraternidad”.
Masoneras
El Gran Maestre reconoció que en Argentina la masonería femenina tiene una trayectoria de 25 años y trabaja sobre cátedras de libre pensamiento y diversas actividades. “La visita de Castillo fue propicia para darle vida al Triángulo Masónico Femenino ´ Espiga de Luz´. La masonería no tiene nada que ocultar, tiende puentes y construye sociedades de mejores seres humanos, con lo cual vale la pena que nos exhibamos, y en ese camino estamos”, comentó.
En tanto, Castillo apuntó que la masonería está ante el gran desafío de “liderar espacios” para generar diálogo y construir un lenguaje que los acerque con sus semejantes. “Estamos frente a un espacio donde pensar distinto no es un inconveniente ni un rótulo que te excluye sino que te permite trabajar en forma integral. No sólo hablamos desde la inclusión sino también sobre la integración de ese pensamiento para que juntos hagamos una mejor sociedad”, añadió.
El Gran Maestre contó que los masones se reúnen a conversar sobre temas específicos en búsqueda de soluciones concretas. “Son esos acuerdos a los que se llegan tras intensos debates, los que permiten elaborar proyectos de ley o diversas iniciativas que alcanzan no sólo al ámbito público sino también al privado. Sin embargo, la actividad secreta y el misterio atraviesan la masonería a lo largo de su historia”, concluyó el Gran Maestre.