Ante la negativa de las autoridades de habilitar la actividad golfística, desde dos clubes locales elevarán un reclamo judicial.
por Marcelo Solari
La recurrente extensión de la cuarentena genera un humor social cada vez más difícil de sostener, especialmente en las ciudades en donde ciertas actividades están limitadas o, directamente, no habilitadas. Más allá de la buena predisposición del gobierno municipal, la postura de las autoridades provinciales parece un escollo insalvable. Al menos por ahora.
Este lunes, el Club Mar del Plata Golf Los Acantilados y el Sierra de los Padres Golf Club, a través de sus presidentes, Juan Martín Santiago y Héctor Champonois, adelantaron que en los próximos días presentarán un recurso de amparo. La acción, avalada por la Federación Regional de Golf Mar y Sierras, que preside Guillermo Parmigiani, se decidió a partir de la negativa de la Provincia a autorizar la práctica de deportes individuales y al aire libre en la Municipalidad de General Pueyrredon. “Ante la imperiosa necesidad de abrir los clubes y mantener vivas a las instituciones que, después de casi 90 días de inactividad están muy complicadas y corren grave riesgo sus fuentes de trabajo, tomamos la determinación de elevar el recurso ante la justicia”, consignaron fuentes de ambos clubes.
Además, indicaron que “la ayuda de los ATP (Asistencia al Trabajo y a la Producción) no alcanza. Todos las localidades cercanas a Mar del Plata, incluso algunos que también están en Fase 4, ya abrieron actividades deportivas como el golf, el tenis, etc; entre ellas, Villa Gesell, Tandil, Necochea, Pinamar, Cariló, Balcarce, Miramar; todas con el mismo protocolo que presentó oportunamente Mar del Plata. La actividad contiene un riesgo mínimo de contagio. Necesitamos abrir los clubes de los que viven muchos empleados”.
Por otro lado, y más allá de las cuestiones económicas, alineado con el tenis, explicaron que la apertura de clubes y/o complejos donde se practican ambas disciplinas, permitiría canalizar a mucha gente que hoy sale a caminar y tiende a confluir en los mismos espacios, con riesgo de no conservar la distancia social recomendada.
En consecuencia, desde los clubes de golf estimaron que “existen contradicciones, porque se impiden actividades que generan que suceda lo que se quiere evitar. Se sabe que los clubes sacan a la gente de la calle y el enfoque que obstaculiza la apertura es equivocado y carente de fundamento. Conocemos, también, las necesidades extremas por las que atraviesan las empresas gastronómicas. Pero no es correcto equiparar al deporte individual con la gastronomía, cuando sus protocolos, desarrollo y consecuencias son totalmente distintas”.